Ginebra.– Ucrania está “demasiado débil” para resistir el avance de Rusia, dirigido por “un grupo de criminales de guerra con acceso al botón nuclear”, aseguró hoy la viceministra de Exteriores ucraniana, Emina Zaparova, al inicio del debate para votar una posible comisión de la ONU para investigar la agresión rusa.
“Las tropas rusas que han irrumpido en Ucrania están participando en actos que son crímenes de guerra y contra la humanidad”, aseguró ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU la viceministra, quien destacó que “miles de ucranianos están intentando resistir contra los tanques en Kiev, o se han colocado como escudos humanos en Lugansk».
Ante el cerco ruso, Zaparova celebró que “una coalición internacional esté ganando fuerza”, como se demostró este miércoles con el apoyo masivo de la Asamblea General de la ONU a una resolución condenatoria de la invasión, o con el inicio de procedimientos en la Corte Penal Internacional o el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
La “número dos” de la diplomacia ucraniana afirmó que son objetivo de los ataques rusos infraestructuras civiles tales como escuelas, orfanatos, iglesias u hospitales. Unos ataques dictados “sin que Ucrania hiciera nada por provocarlos, ya que sólo queríamos elegir nuestro propio futuro por nosotros mismos, no aceptar el que nos impusiera nuestro vecino».
Zaparova también recordó los millones de desplazados y refugiados que en sólo una semana ha desencadenado la ofensiva de Moscú y mostró su solidaridad con ellos recordando que ella misma tuvo que salir precipitadamente de su hogar en Crimea cuando esa península fue anexionada por Rusia en 2014.
La viceministra, quien permanece en Kiev y se ha dirigido por videoconferencia al Consejo de Derechos Humanos este miércoles y hoy jueves, señaló que poco después de su intervención en la primera jornada tuvo que correr a refugiarse al sótano, al sonar la alarma ante posibles bombardeos rusos. “Estamos vivos pero no seguros” afirmó Zaparova, quien acusó al presidente ruso, Vladímir Putin, de haber “empujado a Ucrania al infierno».