CLAKE BUENA VISTA, FLORIDA.-La historia de Tyler Herro que se está desarrollando ahora es bien conocida.

Está teniendo una de las actuaciones más prolíficas de un novato en los playoffs en la historia de la NBA. El escolta del Heat irrumpió con un estallido de 37 puntos en el Juego 4 de las finales del Este y 11 en el 6 para acabar a los Celtics.

El domingo, lanzó una mueca de desprecio cuando con un doble y un libre adicional para completar la jugada de tres, puso fin a una actuación de 17 puntos asegurando el triunfo de Miami en el Juego 3.

Herro ha ganado atención por sus habilidades, pero aún más por la mezcla discordante de su cara de bebé y su confianza.
Cuando hizo esa canasta contra Los Lakers, frunciendo el labio mientras miraba a la familia del Heat.

Labor excepcional
Hasta allí había acertado 6 de 18 lances y había volado una bandeja fácil.
Estas no son acciones típicas de un jóven en la liga de hombres, sin embargo, conocerlo es saber que no le importa lo que se supone que debe hacer.

No le importó un miserable primer partido en las Finales y regresó con un fuerte Juego 2.

Luego, a pesar de que acertó 3 de 13 tiros en tres cuartos el domingo, anotó ocho al convertir 3 de 5 tiros en el último cuarto para ayudar al Heat ganar el primer partido de la serie que anoche estaba 2-1 a favor de Lakers.

«Mi confianza es… simplemente eso es lo que soy», dijo Herro. «No puedes sobrevivir en esta liga si no tienes confianza».

Busca hacer historia
Herro es el primer novato en comenzar en las Finales desde Courtney Lee en 2009 y el más joven en comenzar un juego de Finales en la historia de la liga.

Herro está en camino de promediar la mayor cantidad de puntos (16) y minutos (36.7) por juego como novato en las Finales desde Magic Johnson en 1980. Nada de esto lo desconcierta. Su confianza y los destellos son los mismos que cuando tenía apenas 12 años.

Derriba obstáculos

— Era subestinado
Uno de los puntos fuertes de Herro es que lo han subestiman desde que estaba en la escuela, lo que ha sido un tema recurrente en la NBA, aunque ya esa percepción se cayó por su tremendo trabajo.

*Por BRIAN WINDHORST