La proverbial hospitalidad y alegría de nuestro pueblo ni las bellísimas playas y otras maravillas naturales bastan para convertir a la República Dominicana en una potencia turística regional.
Se requiere paz y un clima de inversión atractivo, seguridad jurídica y orden público, infraestructuras y otras facilidades, imposibles sin apoyo gubernamental.
Ni hablar de empresarios visionarios como los que tenemos. También ayuda el apoyo del presidente, que Luis Abinader ha prodigado.
Pero aun con todo eso, es indispensable una excelente gerencia de la compleja y multifacética industria del turismo para llevarla a aportar el 15 % del PIB.
Por eso, me alegra felicitar a David Collado por el homenaje que, al celebrar 62 años de Asonahores, le dispensaron ayer los bancos Popular, Reservas y BHD, reconociendo sus éxitos como ministro.
No hay dudas de que David ha sido una de las estrellas del gabinete y que sus amigos esperamos nuevos y mayores éxitos en su carrera como servidor público.