Tulio Matos y el premio literario E. León Jimenes

Tulio Matos y el premio literario E. León Jimenes

Tulio Matos y el premio  literario E. León Jimenes

Roberto Marcallé Abreu

MANAGUA, Nicaragua. Desde siempre he considerado el oficio de escribir como una gran responsabilidad. Estudié Comunicación y Letras y posteriormente concluí las carreras de Economía y Ciencias Políticas. Entre mis profesores no puedo dejar de mencionar a Alberto Malagón y a Rafael González Tirado.

Trabajé por años en el diario El Nacional, dirigido de manera sucesiva por cuatro pilares del periodismo nacional: El doctor Molina Morillo, su fundador; Freddy Gatón Arce, fabuloso poeta; Mario Álvarez y Radamés Gómez.

Colaboré con la revista “Ahora”, dirigida en ocasiones diferentes por Orlando Martínez, asesinado de la manera más artera que pueda imaginarse, y por Bonaparte Gautreaux, un escritor y asistente del general Caamaño durante la guerra Patria del 1965.

Estas precisiones vienen al caso con relación al prestigioso concurso «El libro del año» de la firma E. León Jimenes y específicamente al que seleccionó el libro “Las consentidoras” de Tulio A. Matos Rodríguez.

Fui escogido como jurado conjuntamente con la admirable y respetada intelectual Ilonka Nacidit Perdomo y el también amigo, intelectual y hombre público José del Castillo.

La cantidad de textos era abrumadora. La selección estuvo matizada por la diversidad propia de gente conocedora e instruida. Yo seleccioné, en principio, unos doce títulos, uno de los cuales me pareció un excelente y aleccionador ensayo que arrojaba mucha luz sobre la historia deplorable de nuestra práctica política. Ilonka estuvo de acuerdo. Un artículo interpretativo inserto en las bases frustró esa decisión.

Meses después recibí una llamada de la señora Carmen Rosa Jiminián quien se mostró en desacuerdo con juicios e interpretaciones descritos por el autor de “Las consentidoras” a quien no tengo el placer de conocer. En su opinión, en el libro se incurre en imprecisiones, interpretaciones y descripciones inexactas sobre el proceder de varios personajes vinculados familiarmente con ella.

En ese sentido, describe a quien llama familiarmente don Pancho como descendiente del prócer Matías Ramón Mella y menciona entre sus ancestros a Julio Antonio Mella, cubano de nacimiento y héroe en su Cuba natal por sus luchas revolucionarias.

“Don Pancho fue el padre de Guarino Alberto Jiminián Núñez, “panfletero de Santiago” que derramó su sangre luchando por la libertad de su país. Don Guarino pertenece a la Raza Inmortal». Tanto los «panfleteros» como los integrantes de la «Raza Inmortal» son calificados y considerados por el pueblo dominicano como héroes nacionales.

“Guarino», prosigue Carmen Rosa, «fue asesinado por los esbirros del régimen de Trujillo. Ojalá que quienes defienden la Patria sean respetados por siempre”.
En un periódico del 1J4 (Movimiento Revolucionario 14 de Junio, que encabezó Manolo Tavárez Justo, asesinado tras encabezar un foco guerrillero) “Guarino figura en una foto junto a varios miembros de los gloriosos “Panfleteros de Santiago”.

“En fin, de los ancestros de Don Pancho Jiminián que estudiaron en París, uno de ellos emigró a Cuba donde hizo familia y fue dueño de un taller de alta costura para caballeros en la calle Obispo de La Habana. En dicho taller se confeccionaban los trajes de Máximo Gómez y José Martí”, nos dice.

Y añade: “Si no tomamos en cuenta el respeto a nuestros héroes, mártires y valores, será como dice la poesía de Héctor Incháustegui Cabral: “nuestra bandera será enarbolada en los cuarteles, solo para admirar sus bellos colores y… nada más”.



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