Es muy lógico sentir temor e incertidumbre por la crisis sanitaria y económica que está impactado al mundo, arrasando con la vida de muchas personas y los negocios y sueños de otras.
Crea mucho dolor y tensión perder familiares o estar a puntos de perdernos. No poder salir a las calles libremente, sin temor a enfermarse, y escuchar de pérdida de empleos, alzas de precios y todas las noticias negativas que hoy día circulan.
Pareciera que no hay salida, pero te recuerdo que Dios no se ha movido de lugar y “su poder se perfecciona en tu debilidad” (2 Corintios 12:9).
Tu temor no limita el poder de Dios ni le impide hacer milagros en tu favor. Dios no tiene que ver con que no haya camas en los hospitales ni con el precio de la bolsa, el dólar o el petróleo: Dios te puede bendecir por encima de las circunstancias.
Jehová está acostumbrado a actuar en medio de lo imposible. Jueces, capítulo seis, cuenta que un hombre llamado Gedeón estaba atemorizado, sacudiendo el trigo para esconderlo en un lugar seguro porque los madianitas y amalecitas llevaban siete años atacando su pueblo, Israel. Subían y destruían los frutos de la tierra y no dejaban qué comer, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos. Esos enemigos eran tanto y tan fuerte que el pueblo de Israel se escondía en cuevas en los montes, en cavernas y lugares fortificados.
Tal cual pasa hoy con el Covid-19, que está acabando con nuestra salud, economía y libertad, al tiempo que nos mantiene con miedo y escondido en nuestros hogares. Pero ese pueblo encontró una solución que está a nuestro alcance: clamó a Dios y Jehová lo escuchó, y los libró.
A ese Gedeón utilizó Dios para ser el guerrero que enfrentaría a los amalecitas y madianitas. No le importó que él tenía miedo, que fuera de una de las tribus más pobres ni que fuera el menor en su familia: con su debilidad Dios lo eligió para librar su pueblo.
Tal vez, como Gedeón, pudieras decir: Señor, ¿cómo me libraré de esto? “Y Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre”, Jueves 6:19.
Gedeón obedeció y Dios le dio la victoria, paz y prosperidad.
Si Dios lo hizo con Gedeón, también lo puede hacer contigo, pero tú también debes clamar, confiar, dejarte guiar y darle la honra. ¡Con todo y miedo puedes obtener la victoria!