El presidente Donald Trump habla con los técnicos de un centro de emergencia de Texas, luego del paso de la tormenta Harvey.
Texas.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó ayer el estado de Texas, devastado por inundaciones provocadas por la tormenta Harvey, decidido a dar un mensaje de solidaridad y liderazgo ante la catástrofe, mientras la costa del Golfo se preparaba para más lluvias torrenciales. Trump, que enfrenta el primer desastre natural de su polémica presidencia, llegó con su esposa Melania a la ciudad de Corpus Christi, que recibió la furia de Harvey cuando tocó tierra el viernes como un huracán categoría cuatro, desatando un diluvio sin precedentes, según los expertos.
La pareja presidencial también prevé viajar a la capital Austin. Pero no se espera que Trump visita Houston, que permanece en buena parte bajo agua, para no perturbar las tareas de rescate, según informó la Casa Blanca.
Trump, que prometió todo el apoyo del gobierno federal a Texas en el “largo y difícil camino de la recuperación”, está siendo informado sobre los esfuerzos de socorro en el segundo estado más grande del país, donde unas 8.000 personas han sido llevadas a refugios de emergencia y cientos aún esperan a ser rescatados de las aguas crecidas.
Daños de la tormenta
Harvey deja al menos tres muertes confirmadas y seis más “potencialmente ligadas» a la tormenta. Las autoridades esperan albergar a un total de 30.000 personas en refugios, y estiman que unos 450.000 pedirán asistencia al gobierno federal. La zona más afectada es Houston, cuarta metrópoli del país con 2,3 millones de habitantes, seis millones en el área metropolitana, y capital de la industria petrolera estadounidense, que seguía perturbada por la suspensión de actividad de las refinerías, aunque los inversores afirmaron contar con reservas de crudo suficientes.
Socorristas proseguían ayer las tareas de rescate, y las autoridades urgían a abandonar zonas de peligro, como el área de Columbia Lakes, al sur de la ciudad, donde se emitió una orden de evacuación inmediata tras la rotura de un dique. Houston puede esperar de 25 a 50 milímetros más de lluvia mientras la tormenta se aleja, pero las inundaciones podrían persistir hasta el final de la semana,
Nueva Orleans, que ayer recordó el 12º aniversario del devastador huracán Katrina que dejó 1.800 muertos, se preparaba para lluvias fuertes.