NUEVA YORK.– La campaña del expresidente Donald Trump está usando GoFundMe para hacer que su red de partidarios acaudalados y donantes cotidianos den dinero a los sobrevivientes del intento de asesinato de julio y del huracán Helene, ignorando métodos más tradicionales de asistencia.
Las dos iniciativas de alto perfil, organizadas por el director nacional de finanzas de Trump, han recaudado más de 14 millones de dólares. No violan las leyes de financiamiento de campañas, según expertos legales.
La campaña tiene prohibido quedarse con el dinero para sus propios fines políticos; un portavoz de GoFundMe dijo a The Associated Press que la mayoría de los fondos para los sobrevivientes del atentado ya han sido distribuidos.
Pero el uso del “crowdfunding” como respuesta de una campaña a una crisis es algo poco ortodoxo. Nunca antes un candidato ha recurrido a esa compañía de internet con fines de lucro — que usualmente contiene pedidos desesperados de ayuda para pagar facturas médicas o matrículas universitarias — para movilizar a su base para que contribuya a una causa caritativa.
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“Es bastante inusual y en realidad bastante raro”, indicó Brett Kappel, abogado en cuestiones de financiamiento de campaña para la compañía Harmon Curran, y quien ha trabajado con candidatos tanto demócratas como republicanos.
Es más común ver a candidatos contribuyendo a organizaciones sin fines de lucro aprobadas por el Servicio Interno de Impuestos durante un desastre natural, dijo Kappel. Señaló, como ejemplo, documentos de la Comisión de Elecciones Federales según los cuales la campaña del senador Tim Scott donó a la Cruz Roja Estadounidense cuando el huracán Ian azotó Carolina del Sur en 2022.
El vocero de la campaña de Trump, Brian Hughes, afirmó que la idea surgió del “deseo del presidente de hallar una manera para que sus partidarios puedan dar directamente la mayor cantidad de ayuda que puedan”.
El equipo de finanzas se involucró sólo por su “extendida experiencia trabajando con cuentas grandes”, dijo Hughes, y “ni un centavo de este dinero irá a algún otro lugar que no sean las personas afectadas”. Hughes detalló que más de 6,5 millones de los 7,7 millones de dólares recaudados para organizaciones relacionadas con asistencia a los sobrevivientes del huracán Helene habían sido distribuidos para el 11 de octubre.
“El president tiene un impresionante movimiento de partidarios”, dijo Hughes a la AP. “Luego que el atentado en Butler llevó a la gente a donar millones de dólares, él vio la oportunidad de usar ese mismo método para fines filantrópicos de parte de sus partidarios”.
Allegados de Trump, celebridades conservadoras y grupos derechistas han donado decenas de miles de dólares. Bill Ackman, CEO de la compañía de inversiones Pershing Square, que expresó su respaldo a Trump poco después del atentado, donó 100.000 dólares para los sobrevivientes del huracán. El presidente de UFC Dana White también donó 100.000 dólares.
El senador republicano Rick Scott escribió en X que donó 50.000 dólares de su sueldo de legislador para las víctimas del atentado contra Trump.
También contribuyó la Fundación Heritage, el centro de investigaciones derechista que redactó un proyecto para reestructurar el gobierno estadounidense conocido como “Project 2025”.
GoFundMe cobra una tarifa de transacción de 2,9% más 30 centavos de dólar por donación, a fin de cubrir cargos de tarjetas de crédito o débito. Su equipo de seguridad ha estado coordinando estrechamente con la organizadora Meredith O’Rourke para garantizar que las donaciones a los sobrevivientes del atentado vayan al lugar correcto, según un vocero de la compañía.
O’Rourke también proveyó un plan de distribución verificado, dijo a la AP el vocero de GoFundMe, que la compañía siempre requiere en casos donde los organizadores están retirando dinero en nombre de beneficiarios.