Washington.– El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo el domingo estar convencido de que se logrará un acuerdo para poner fin a la creciente disputa comercial con China, tras anuncios recíprocos de aranceles de represalia que agitaron los mercados.
«China quitará sus barreras comerciales porque es lo correcto», dijo Trump en Twitter. «Los aranceles serán recíprocos y se alcanzará un acuerdo sobre Propiedad Intelectual. ¡Gran futuro para ambos países!», agregó.
«El presidente (chino) Xi y yo siempre seremos amigos, sin importar lo que ocurra con nuestra disputa comercial», aseguró el mandatario.
Wall Street cayó más de 2% el viernes tras las crecientes amenazas en la disputa comercial entre Estados Unidos y China, profundizando los temores de una guerra total.
Los inversionistas se mostraron angustiados por las amenazas de Trump de imponer nuevos aranceles sobre 100.000 millones de dólares adicionales de importaciones chinas, al tiempo que criticó la «represalia injusta» de Pekín a su anuncio previo de gravar productos del gigante asiático por un valor de 50.000 millones.
China, cuya lista de productos estadounidenses a gravar incluye sectores estratégicos como la soja, los autos y la aeronáutica, afirmó que estaba dispuesto «a ir hasta las últimas consecuencias, al precio que sea» si Washington persistía en sus medidas proteccionistas.
No obstante, varios inversores se consuelan ante señales de que el gobierno de Trump muestra una línea dura hacia China como táctica de negociación para alcanzar un acuerdo.
Pero el asesor económico de Trump, Larry Kudlow, aseguró el viernes que los aranceles a productos chinos no constituían una «carta de negociación».
«Trump no está usando aranceles como una carta de negociación, él mismo me lo ha dicho. Algo tiene que cambiar», dijo Kudlow a periodistas en la Casa Blanca.
Sin embargo, ante la volatilidad de los mercados y los temores a una guerra comercial, Kudlow intentó poner paños fríos al señalar que por ahora no había ninguna amenaza real ya que los aranceles propuestos estaban sometidos a un periodo de consulta que podía durar hasta dos meses.
«Todavía no se ha aplicado nada», dijo. «Ya veremos. Esperamos que todo acabe bien», acotó. Hasta el momento, solo se han aplicado los aranceles al acero (25%) y el aluminio (10%), aunque excluyó temporalmente a México, Canadá, Argentina y Brasil, y a un par de países de la Unión Europea, pero no a China.
En tanto, el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, dijo también el viernes en una entrevista con Fox News que era «cautelosamente optimista de que alcanzaremos un acuerdo (con China), pero si no lo logramos, vamos a aplicar los aranceles».
Trump está decidido a reducir el déficit comercial de Estados Unidos con el gigante asiático (375.200 millones de dólares en 2017), que atribuye a las prácticas «desleales» de Pekín.
El representante estadounidense de Comercio (USTR), Robert Lighthizer, ha reiterado que las prácticas comerciales chinas constituyen un robo de propiedad intelectual a las empresas estadounidenses que hacen o buscan hacer negocios en el gigante asiático.
China demandó la semana pasada a Estados Unidos ante la Organización Mundial de Comercio por las «medidas arancelarias sobre productos chinos», las que consideró «incompatibles con las disposiciones pertinentes de los acuerdos de la OMC».
La reacción de Trump no se hizo esperar: «China, que es una gran potencia económica, es considerada como un país en desarrollo en el seno de la Organización Mundial de Comercio.
Por tanto recibe enormes beneficios y ventajas, especialmente respecto a Estados Unidos. ¿Alguien acaso piensa que esto es justo? Estamos mal representados. La OMC es injusta con Estados Unidos», tuiteó el mandatario el viernes.