Trump es "vergüenza nacional", según exsecretario de Estado Powell

Trump es «vergüenza nacional», según exsecretario de Estado Powell

Trump es «vergüenza nacional», según exsecretario de Estado Powell

Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos.

WASHINGTON. – El candidato republicano a la presidencia estadounidense, Donald Trump, es una «vergüenza nacional» y un «paria internacional», según el exsecretario de Estado Colin Powell, algunos de cuyos mensajes pirateados acaban de ser publicados.

Trump está «destruyéndose a sí mismo, sin necesidad de ataques de los demócratas», escribió asimismo el exsecretario de Estado de George W. Bush el 17 de junio a una periodista y excolaboradora, Emily Miller, según esos mensajes obtenidos por DCleaks y difundidos el miércoles por el sitio Buzzfeed.

Powell, secretario de Estado entre 2001 y 2005 y general y jefe del Estado Mayor Conjunto entre 1989 y 1993, confirmó la autenticidad de esas mensajes electrónicos a la cadena de televisión NBC, y agregó que los piratas tenían «muchos más».

Unos 30.000 correos electrónicos pirateados del general Powell habrían sido entregados por hackers a DCleaks, según The Daily Caller.

Powell también critica a Trump por haber lanzado en 2008 el movimiento que afirmaba que Barack Obama no había nacido en Estados Unidos, y que por tanto no podía haber sido elegido presidente.

«Sí, el movimiento era racista», escribe Powell, un republicano que apoyó a Barack Obama en 2008 y en 2012.

Algunos de sus correos también abordan críticamente el episodio de los correos electrónicos de Hillary Clinton enviados desde su servidor privado.

«Es triste. HRC (Hillary Rodham Clinton) habría podido terminar con todo eso hace dos años diciendo a todos honestamente lo que había hecho, y no involucrarme en el asunto. Le dije tres a veces a su equipo que no intentara esa maniobra», escribió el 28 de agosto.

El entorno de Clinton viene repitiendo estos últimos meses que también Powell había usado una cuenta personal cuando era secretario de Estado para minimizar el uso por Clinton de una cuenta de correo de un servidor privado. El caso sigue envenenando su campaña electoral.