MIAMI.-El presidente electo Donald Trump dijo que su gobierno hará algo para ayudar a los jóvenes inmigrantes (dreamers) que fueron traídos de niños de manera ilegal a Estados Unidos, una aparente revisión de sus promesas anteriores de anular los programas que los protegen.
“Es una situación muy difícil desde el punto de vista humanitario. Vamos a hacer algo que va a enorgullecer a la gente y la va a hacer feliz”, dijo Trump en una entrevista con la revista Time publicada el miércoles, en la que no ofreció más detalles al respecto.
Los llamados “dreamers” o “soñadores” están actualmente protegidos por una orden ejecutiva del presidente Barack Obama, que frenó sus deportaciones y les concedió permisos de trabajo.
Antes de sus declaraciones a la revista, Trump había prometido anular la orden, generando temor en la comunidad inmigrante hispana.
Tras conocer los comentarios del presidente electo, algunas organizaciones de inmigrantes expresaron su esperanza de que las palabras se materialicen con hechos. Otras fueron más pesimistas y dudaron que haya un cambio de posición.
“Por desgracia no esperamos que cambie ni que sea flexible, pero estamos creando una resistencia masiva a los planes migratorios de Trump”, expresó Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice Fund. Ali Noorani, director ejecutivo del Foro Nacional de Inmigración, fue más cauto.
“Estamos complacidos de que el presidente electo reconozca que necesitamos una nueva manera constructiva de mirar hacia adelante a quienes se han acogido a DACA, que va a beneficiar a todos los estadounidenses”, expresó.
“Esperamos acciones que respalden esas palabras” cuando Trump asuma la presidencia. El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, se refirió al tema en una reunión con la prensa en el edificio municipal.
“Yo hablé con él (Trump) sobre este tema. Le dije lo que mucha gente ha dicho: `¿Realmente vas a escoger a gente joven que casi nunca ha vivido en México o El Salvador o cualquier otro país y los vas a devolver a un lugar con el que ya no tienen ningún tipo de relación?’ ¿Realmente quiere usted hacer eso? Es un ejemplo difícil de ignorar. Así que si él está demostrando cierta apertura en este tema, pues me parece muy bien”.
En las últimas semanas, decenas de legisladores demócratas y organizaciones defensoras de los inmigrantes han instado a Trump a que reconsidere su decisión de anular la orden que protege a los dreamers. Y aunque cientos de miles de jóvenes inmigrantes se han beneficiado con este plan que Obama implementó en 2012, también hay muchos que no presentaron sus documentos para formar parte de él.
Unos 60 legisladores nacionales presentaron el miércoles una nueva carta al presidente Obama pidiéndole que ejercite su autoridad constitucional para ofrecer un perdón a los jóvenes que se acogieron a DACA, lo que dificultaría su deportación y podría allanarles el camino a un estatus legal.
“Hoy, miles de jóvenes Dreamers están atrapados en un terrible limbo, temiendo la posibilidad de que el Presidente Trump los deporte del único hogar que han conocido como suyo. Estos jóvenes son estadounidenses en toda manera excepto en el papel, y lo único que quieren es la oportunidad de vivir, trabajar y contribuir al país que aman”, expresó la líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Ante un pedido similar formulado el mes pasado por el representante demócrata de Ilinois, Luis Gutiérrez, y sus colegas de California, Zoe Lofgren y Lucille Roybal-Allard, la Casa Blanca rechazó la idea del perdón al considerar que el presidente no puede conceder estatus legal y que los perdones son para delitos penales, no para delitos civiles de la ley de inmigración. Esta vez, los legisladores fueron respaldados por más colegas y presentaron la nueva carta.
En el artículo titulado “Soy una inmigrante indocumentada y una cristiana evangélica” publicado en la misma edición de Time, la dreamer Liz Dong habla de las esperanzas y oportunidades que le ofreció el programa. “Con DACA pude obtener mi tarjeta de seguridad social, licencia para conducir y autorización de trabajo.
Esto es lo que yo, y tantos otros como yo, siempre quisimos: no tener que escondernos en las sombras, sino llevar vidas productivas y devolver a nuestras comunidades”, dijo la joven china, que llegó a Estados Unidos cuando tenía diez años.