WASHINGTON.- El presidente Donald Trump sopesa ejercer presión para que se designe un fiscal especial para avanzar en la investigación de impuestos federales sobre el hijo del presidente electo Joe Biden, lo que podría crear un posible enfrentamiento con el entrante secretario interino de Justicia, Jeffrey Rosen.
Trump, molesto de que el saliente secretario de Justicia William Barr no anunció públicamente la investigación en curso de dos años en torno a Hunter Biden, ha consultado el tema con el jefe de despacho de la Casa Blanca, Mark Meadows, el consejero de la residencia presidencial Pat Cipollone y aliados externos.
Eso según varios funcionarios del gobierno de Trump y republicanos cercanos a la Casa Blanca que hablaron con The Associated Press bajo condición de anonimato a fin de discutir cuestiones privadas.
Más allá de designar a un fiscal especial para que investigue al hijo de Biden, las fuentes dijeron que Trump está interesado en tener otro fiscal especial designado para revisar su propias afirmaciones sin fundamento sobre fraude en las elecciones presidenciales.
Pero si espera que su recién nombrado secretario interino vaya más lejos de lo que fue Barr en ambos asuntos, podría decepcionarse rápidamente.
El lunes, Barr anunció que dejará el cargo la próxima semana, revelando sus planes una semana después de que Hunter Biden divulgó públicamente que era objeto de una investigación relacionada con sus finanzas.
Generalmente, el Departamento de Justicia tiene la política de no revelar investigaciones en curso, aunque los sujetos de esas pesquisas pueden hacerlo.
Rosen, el subsecretario de Justicia, tomará el mando del departamento en calidad de interino.
Se ha desempeñado como subsecretario desde mayo de 2019, pero a menudo rehuye a la atención.
En un comunicado emitido el martes, el abogado dijo que estaba “honrado” de ocupar ese cargo y señaló que “continuaré enfocándome en la implementación de las prioridades clave del departamento”.
Trump sigue sopesando sus opciones, considerando si presionar a Rosen para que designe a un fiscal especial o si, en caso de ser necesario, reemplazar al secretario de Justicia interino con alguien que probablemente cumpla sus deseos.
Incluso ha pedido a su equipo de abogados, incluido a su abogado personal Rudy Giuliani, que revisen si el presidente tiene el poder de designar a un fiscal especial.
Una cuestión clave será si Rosen puede soportar la presión presidencial, y quizás algunos ataques fulminantes, en las últimas semanas del gobierno de Trump.
En caso de no poder, Rosen sería dejado de lado por alguien más dispuesto a hacer cumplir la voluntad de Trump.
Bajo la creencia de que un fiscal especial podría dañar al gobierno de Biden antes de que tome posesión, los asesores de Trump han instado al presidente a presionar para que haya uno, lo que dificultaría que el presidente entrante frene fácilmente la investigación.
No se ha tomado ninguna decisión firme.