Santo Domingo.-Escenas de llanto, dolor, rabia e indignación, matizaron ayer la sepultura de Luis Alfredo de Jesús Medina (Archi), el teniente del Ejército, guardaespaldas del ultimado alcalde Juan de los Santos, quien murió al tratar de impedir que Luis Féliz Féliz cometiera el trágico hecho que ha enlutado a tres familias.
Las lágrimas no cesaron en los rostros de sus familiares, amigos, vecinos y allegados, pero especialmente en los de su madre, Elena Deisi Medina.
Antes de su sepultura el féretro con el cadáver de “Archi” fue trasladado al sector Maquiteria, Santo Domingo Este, lugar donde residía junto a sus dos hijos y su esposa.
Allí decenas de personas acompañaron y se unieron al dolor de la familia del extinto sargento que ha sido ascendido de manera póstuma a segundo teniente. “Maquiteria está de luto” se escuchaba decir en medio de los llantos de tristeza.
Los vecinos de “Archi” lo definieron como un ejemplo y educado.
“No porque esté muerto, ese muchacho era un buen vecino, un buen hijo, un buen compañero”, eran las declaraciones que se repetían entre las decenas de personas que se juntaron para despedir al militar.
Desde ahí los restos de De Jesús fueron llevados al cementerio Cristo Salvador. Una avanzada de militares dirigía el cortejo fúnebre desde que salió de la funeraria Gresefu.
Al llegar al Cristo Salvador se le rindieron los honores de lugar en su condición de uniformado. A medida que su cadáver se acercaba al lugar de su última morada, más se incrementaba el dolor de los presentes.
“Archi”, como era conocido entre sus allegados tenía más de diez años laborando junto a “Juancito” como parte de su seguridad. Ingresó al Ejército siendo joven y de ahí fue adscrito a la Autoridad Metropolitana de Transporte.