La selección de Serbia, liderada por Nikola Jokic, le ganó este sábado el partido por el tercer puesto, disputado en el Arena Bercy de la capital francesa, a Alemania (83-93). Logró de esa manera la medalla de bronce en el torneo olímpico de baloncesto de los Juegos de Paris 2024. Y se tomó, además, la revancha de la última final mundial, que se habían anotado los alemanes.
Jokic, con un ‘triple doble’ -19 puntos, 12 rebotes y once asistencias- y la mejor valoración del partido (36), compartió honores de máximo anotador del partido con su compañero Vasilije Micic y capitaneó la victoria del equipo que dirige el ex técnico barcelonista Svetislav Pesic; que, una vez ingresado en el cuadro por el lado de Estados Unidos -a la que hizo sufrir en la semifinal- ,extrajo lo máximo posible de un torneo que le ha vuelto a confirmar una plaza entre la élite mundial.
Con cinco jugadores que superaron los diez puntos -los anteriores, más Bogdan Bogdanovic (16), Aleksa Avramovic (13) y Filip Petrusev (11)- no sólo festejó bronce olímpico, sino que se vengó deportivamente por lo sucedido en la final del Mundial, el del año pasado en Filipinas, Japón e Indonesia, que había ganado el equipo que dirige el finlandés de origen canadiense Gordie Herbert por 83-77.
Segunda de grupo en Lille, Serbia había rozado la gesta en la semifinal, en la que estuvo a punto de tomarse otra venganza, la del correctivo en la fase previa que le había infligido la gran favorita. Y tuvo completamente contra las cuerdas a Estados Unidos. Eso, después de haberle dado la vuelta a un partido que perdía por 24 a Australia, a la que derrotó en el prórroga del primer cruce en el Arena Bercy.
Así que Jokic y compañía regresarán con orgullo a Belgrado.
Alemania luchaba por la primera medalla olímpica de su historia en este deporte tras llegar con pleno de victorias a cuartos. Instancia en la que dio cuenta de la Grecia de Giannis Antetokoumpo; antes de caer en ‘semis’ contra la anfitriona, que comanda el joven Victor Wembanyama.
Bogdanovic inauguraba el marcador con un triple que replicaba Andreas Obst, pero acto seguido Serbia tomó la iniciativa y, de ahí al final, ya no soltó la presa. Su gran estrella, Jokic -elegido de nuevo MVP (Jugador Más Valioso) de la NBA, que ganó hace dos cursos con los Denver Nuggets- anotaba el 3-9, una ventaja que más adelante era de ocho (10-18) gracias a Bogdanovic.
Al igual que lo hiciese Pau Gasol -el mejor baloncestista de la historia de España- en la semifinal del jueves, la ceremonia de apertura con los tres golpes de bastón (en homenaje al teatro clásico francés) corrió esta vez a cargo de otro español, Jorge Garbajosa, campeón mundial en 2006 y plata olímpica dos años después; expresidente de la Federación Española y máximo mandatario de FIBA Europa.
El primer cuarto acabó con 21-28 favorable a los serbios; que, gracias a Micic -con doce puntos, máximo anotador de la primera parte- elevaban a nueve su ventaja. Merced a Bogdanovic, con un ‘2 más 1’, ya eran a doce. Y dos tiros libres de Jokic le daban la ventaja máxima, de catorce (23-27), antes del descanso; al que los hombres de Pesic llegaron ocho puntos arriba (38-46).
Pero Serbia se despegaba de nuevo. Con un triple y dos canastas de Avramovic; y otra de tres de Ognjen Dobric colocó un parcial 7-20 en el arranque del tercer periodo, que daba 19 puntos de ventaja a la subcampeona del mundo. Forzando un tiempo muerto de la entonces desorientada Alemania. Al tiempo que Serbia comenzaba a degustar el dulce sabor de la venganza.
Un triple y otra canasta de Moritz, el mayor de los Wagner, acercaba a ocho (74-82) al conjunto alemán. Para el que sus jugadores más efectivos fueron los hermanos que también comparten vestuario en Orlando Magic.
Franz, máximo anotador de su equipo, con 18 puntos, añadió nueve rebotes y cuatro asistencias para acabar asimismo como el más eficiente (22). Moritz anotó 16. Pero el capitán, Dennis Schroeder, no pasó esta vez de los 13.
Alemania ya no se aproximó más. Un triple de Bogdanovic y una asistencia de éste para bandeja de Vanja Marinkovic devolvían la tranquilidad a un equipo, que, tras haber ganado la plata en Rio 2016 (Brasil) no se había clasificado para los Juegos de Tokio, pero con el subcampeonato intercontinental de la temporada pasada y el bronce de este sábado, confirmó su regreso a la élite mundial (83-93).