El Tribunal Supremo de Texas (EE.UU.) restauró la noche del viernes una ley de 1925 que prohíbe el aborto y que el fiscal general del estado había ordenado implementar después de que el Tribunal Supremo federal acabara con la protección al aborto.
En la práctica, lo que hizo el tribunal fue bloquear el fallo de una corte inferior que había impedido la entrada en vigor de la ley a petición del Centro para los Derechos Reproductivos (CRR, en inglés) y la Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU, en inglés), que representaban a clínicas que practican abortos.
Esa ley entró en vigor antes de que, en 1973, el Tribunal Supremo estableciera que los estados no podían interferir en la decisión de una mujer sobre su embarazo en la sentencia “Roe contra Wade”.
Automáticamente, estados como Texas empezaron a implementar las llamadas “leyes zombis” que se habían proclamado antes de que el Tribunal Supremo garantizara el derecho al aborto en 1973, mientras que otros estados activaron “leyes resorte” llamadas así por haber sido diseñadas para entrar en vigor justo cuando se derogó el derecho al aborto.
En concreto, el fiscal general de Texas, el republicano Ken Paxton, ordenó a todos los fiscales texanos que persiguieran por la vía penal a cualquier médico que ayudara a una mujer a interrumpir su embarazo.
Cuando una corte inferior bloqueó su orden el martes, Paxton recurrió ante el Tribunal Supremo de Texas.
“Estas leyes son confusas, innecesarias y crueles”, dijo en un comunicado el abogado Marc Hearron, del Centro por los Derechos Reproductivos, cuando el Tribunal Supremo emitió su fallo el viernes por la noche.
Sobre el terreno, la situación en Texas es de confusión ya que tanto pacientes como médicos no saben qué normas están o no en vigor.
El aborto actualmente es ilegal en 7 de los 50 estados de Estados Unidos: Alabama, Arkansas, Misuri, Oklahoma, Dakota del Sur, Wisconsin y Virginia Occidental.
Arizona, Kentucky, Luisiana y Utah también habían anunciado su intención de prohibir el aborto, pero la Justicia bloqueó la implementación de las leyes que prohíben ese derecho.
La organización Planned Parenthood, que gestiona la mayor red de clínicas de salud reproductiva en EE.UU., estima que 26 estados acabarán prohibiendo el derecho al aborto, en cuestión de días, semanas o meses.