En un operativo llevado a cabo por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, en inglés) en Puerto Rico, tres inmigrantes dominicanos fueron detenidos como parte de las medidas reforzadas en la política migratoria impulsada por el expresidente Donald Trump, a pocos días de su regreso al cargo.
Este operativo, el primero desde que entraron en vigor las nuevas restricciones, marcó un cambio significativo en las acciones migratorias en la isla.
Entre los afectados está Juan, un inmigrante dominicano que fue arrestado mientras realizaba una tarea tan cotidiana como comprar un aguacate para un sancocho que preparaba su esposa, Iris Lázaro Rivera. “Estoy desesperada. No sé a quién preguntarle, no sé a dónde ir, no sé qué hacer”, declaró Iris con visible angustia. Incrédula ante la situación, lamentó: “Una persona que está comprando un aguacate porque su esposa le está haciendo un sancocho, es innecesario. No veo razón de ser”.
Testigos informaron que los agentes de ICE realizaron preguntas aleatorias y entrevistas en puntos frecuentados por la comunidad dominicana, buscando confirmar el estatus migratorio de quienes se encontraban en la zona. Según el ICE, este operativo forma parte de un esfuerzo por identificar y detener a personas que, según la agencia, "representan una amenaza".
En declaraciones escritas, el organismo justificó sus acciones señalando que “la aplicación de las leyes de inmigración de nuestra nación tiene una importancia crítica para la seguridad nacional y la seguridad pública de los Estados Unidos”. Sin embargo, no se ofrecieron detalles específicos sobre el número de detenidos ni su situación actual.
La falta de información ha dejado en incertidumbre a familiares y amigos de los arrestados. Según relataron, no saben a dónde fueron trasladados ni cuáles serán los próximos pasos en el proceso. “Si fuera un delincuente, yo misma diría que estuvo bien, pero mi esposo es una persona sumamente trabajadora”, expresó Iris, quien aún espera respuestas.
El operativo también ha generado críticas, especialmente luego de que la gobernadora Jenniffer González Colón asegurara días antes, en una entrevista con Telemundo, que la comunidad dominicana en Puerto Rico no debía preocuparse, ya que las políticas de Trump estaban enfocadas en la frontera entre Estados Unidos y México, y no en la isla.
El evento ha encendido las alarmas en Puerto Rico, donde muchos temen un aumento de intervenciones similares en las próximas semanas.
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