Da vergüenza que el PLD, el PRD y la FUPU vayan a la OEA para denunciar “una peligrosa restricción y limitación de derechos ciudadanos” como “elegir y ser elegido” en las elecciones venideras.
Ese derecho no significa que al ser candidato usted deba ganar porque si no le hicieron trampa, como alegan al tiempo Abel Martínez, Miguel Vargas y Leonel Fernández, aspirantes presidenciales por separado de una alianza opositora.
Las encuestas creíbles revelan que los tres juntos no lograrán ni la mitad del esperado casi 70 % de votos para Luis Abinader. Eso no justifica que despotriquen contra su propio país, desprestigiando nuestra democracia sexagenaria, que dio tres presidencias a Leonel, tres al PRD y veinte años en el poder al PLD.
Los “three amigos”, al ir a llorar a la OEA sin aportar ninguna evidencia, dijeron que el PRM recibe “recursos ilícitos del Estado y del narcotráfico”. Creo que todos los partidos son penetrados por delincuentes buscando socios políticos.
En el Gobierno actual, los identificados son procesados, deportados y condenados. Desde el año 2020 han incautado más droga que en las tres décadas anteriores. Esa lloradera no ayuda a aumentar los pocos votos opositores.