Recordemos que una disfunción sexual se presenta cuando se altera una o varias fases de la respuesta sexual.
Nos referimos en este escrito a una alteración de la fase de deseo sexual, es el deseo sexual hipoactivo o inhibido. Es la disfunción sexual más frecuente en mujeres, encontrándose reportes de que más de un 20 por ciento en ellas la presentan en algún momento de su vida sexual activa. También aparece en hombres.
Es un trastorno en el cual existe una deficiencia, carencia o ausencia persistente y recurrente del deseo sexual por varias semanas. También ausencia de fantasías sexuales y ningún deseo de involucrarse en cualquier actividad sexual. Tampoco existen pensamientos sexuales.
Para la actividad sexual y el deseo sexual, intervienen muchos sistemas del organismo. Son muy importantes la actividad cerebral, hormonal y cognitiva principalmente. Por lo tanto, el trastorno del deseo sexual hipoactivo o inhibido tiene diferentes causas: físicas, psicosociales, medicamentosas.
Las experiencias sexuales de la niñez, adolescencia y las actuales, tienen mucha importancia para este trastorno.
Traumas de la infancia, abuso y /o violación sexual principalmente en la niñez y adolescencia, abuso físico en la adultez, insatisfacción con la pareja, maltrato verbal o psicológico, falta de información, traumas en las primeras relaciones coitales, desacuerdos con la pareja, comunicación cotidiana y sexual inadecuada, otras disfunciones sexuales, pueden ser causantes del trastorno.
Causantes también las enfermedades físicas, como son enfermedades incapacitantes, cardiovasculares, renales, hepáticas, deficiencia de testosterona, insomnio, depresión, dependencia de drogas ilegales o de alcohol y drogas medicamentosas como algunos antihipertensivos y antidepresivos.