Con la multitud coreando “MVP, MVP”, Ronald Acuña Jr. quedó a un paso de lograr algo nunca visto en Grandes Ligas, y a la vez ayudó a los Bravos a apabullar a los Rockies, 14-4, la noche del lunes en Coors Field.
Acuña disparó su 29no cuadrangular en el quinto inning, se estafó su 60ma base en la séptima y más tarde extendió su liderato de bases robadas en MLB a 61 en el octavo episodio. El venezolano se convirtió en uno de cuatro jugadores en conectar 20 o más jonrones y robarse por lo menos 60 bases en la misma temporada.
Acuña se unió a Rickey Henderson (tres veces), Joe Morgan (dos) y Eric Davis como los únicos jugadores en robarse al menos 60 bases y conectar 20 o más cuadrangulares en la misma campaña. Henderson había sido el más reciente el lograr el hito en 1990, cuando disparó 28 jonrones y se robó 65 colchonetas para los Atléticos.
Con un jonrón más, Acuña se convertirá en el primer jugador en la historia de las L.A./L.N. en registrar 30 cuadrangulares y 60 bases robadas en la misma temporada. Esa es una estadística bastante buena para fortalecer sus argumentos rumbo al Premio JMV de la Liga Nacional.
“Cualquier cosa que este muchacho haga sobre el terreno no me va a sorprender”, declaró el piloto de los Bravos, Brian Snitker. “Es un jugador bien especial y un joven con un don excepcional”.
Poco después de estafarse su 60ma base en la parte alta del séptimo inning, Acuña se vio involucrado en un incidente potencialmente escalofriante en la parte baja del episodio.
Acuña esquivó a dos aficionados que saltaron al terreno de juego, incluyendo uno que lo tocó en el jardín derecho. Uno de ellos logró abrazar al jardinero venezolano. Dos empleados de seguridad rápidamente sujetaron al individuo y, mientras lo arrastraban fuera del terreno, otro personal de seguridad se acercó.
Un segundo aficionado corrió hacia el grupo, pero fue derribado por un empleado de seguridad mientras que otro guardia lo perseguía.
Acuña salió ileso y se mantuvo en el juego.
“Me asusté un poco al inicio”, contó Acuña. “Creo que querían tomar fotos. Estoy bien y espero que ellos también”.
Su compañero Kevin Pillar se expresó aliviado de que Acuña no fue lastimado.
“Hay que dar las gracias que no tenían intención de hacer daño, pero nunca se sabe con esas situaciones”, manifestó Pillar.
El club de 20-60 no es tan exclusivo como el 40-40, pero antes de Acuña este año, se han visto tres campañas 40-40 desde la última temporada 20-60 — han sido menos los jugadores que han conseguido la combinación 20-60.
El cubano José Canseco (1988), Barry Bonds (1996), Alex Rodríguez (1998) y el dominicano Alfonso Soriano (2006) son los únicos en pegar 40 bambinazos y robarse 40 bases en una misma temporada. Acuña estuvo a tres estafadas de integrarse a dicho grupo en el 2019, cuando tenía apenas 21 años.
Esta es una gran hazaña para Acuña, quien ha pasado gran parte de esta campaña recordándole al mundo del béisbol lo especial que es su talento cuando se encuentra en salud. La velocidad que ha demostrado este año fue apagada en el 2022 mientras lidiaba con los persistentes efectos de una seria operación tras un desgarre en sus tendones de la rodilla derecha que sufrió dos días antes de la pausa por el Juego de Estrellas del 2021.
Bonds (1990) y Davis (1987) también van a recibir compañía cuando Acuña vuelva a conectar un jonrón. Estos dos exjugadores han permanecido por mucho tiempo como los únicos en robarse al menos 50 bases y volarse la cerca 30 veces o más.
“Me siento bien feliz y orgulloso por haber sido capaz de mantenerme en salud por toda esta campaña”, expresó Acuña. “La meta es saltar al terreno, contribuir y ayudar al equipo a ganar de cualquier manera posible”.
Acuña podría beneficiarse de dos días más de acción en el Coors Field, un paraíso para los bateadores, y crear más historia. Si lo logra, esos cánticos de “MVP, MVP” podrían ser aún más fuertes.
“Estoy feliz y me siento bien orgulloso”, reiteró Acuña. “La meta sigue siendo la misma, seguir ganando y mantenernos enfocados”.