Estamos a sólo unos meses para el inicio formal de la precampaña política con miras a las elecciones del año 2020, y nos llama la atención que nuestros políticos opositores están muy concentrados en las críticas al gobierno de turno, ninguna novedad, ya que siempre que un partido esté en el poder los demás harán ese papel sea buena o sea mala la gestión, esas críticas deberían ir acompañadas de propuestas para mejorar todas las acciones tomadas en rechazo y en ningún caso es así.
Muchos son los problemas que afectan este país, un país rico, pero mal administrado, por tales motivos nos extraña que cada vez que un político opositor quiere hacerse visible sale al frente con el tema de la corrupción, casi como un cliché desgastado por tanto uso y abuso dado mientras se está fuera del poder, pues si regresan se tornan en multiplicadores de esa conducta perversa.
La pregunta es ¿por qué nuestros políticos son selectivos al escoger los temas y no se interesan por todos problemas que afectan a los dominicanos? Sería bueno investigar a profundidad porque luce desconocimiento a veces y otras veces luce que es una habilidad para jugar dos cabezas frente a la ciudadanía, para su exclusiva conveniencia, estar bien con todos los sectores, equivale esto a, estar con Dios y con Lucifer, al parecer ya estamos adaptados a esta manera de operar en la política.
Es tiempo de que nuestros políticos den un salto de la crítica pura y simple a las propuestas estratégicas, el transporte de pasajeros y los empresarios sindicalistas podría ser la primera tarea. La gran distancia que existe entre los pobres dueños de carros públicos y la fortuna de los dueños del circo sindical debiera ser un tema de políticas públicas, los infelices no aguantan más la violencia y las humillaciones a las que han sido expuestos y cuando las autoridades actúan la oposición aprovecha defiende los desmanes y luego candidatea al congreso o a los municipios a los empresarios delincuentes para aprovechar su fortuna mal habida, como fuente de financiamiento político. ¿Recuerdan los que vandalizaron un autobús lleno de niños en Boca chica? en esta semana el panorama volvió a recordarnos escenas similares en las rutas de autobuses de La Romana y de San Pedro de Macorís. Choferes terroristas dieron tremendo espectáculo en la lucha por su mafia.
Sería un gran tema para los políticos tomar como prioridad el desarrollo y la democratización del transporte en su propuesta de campaña. Miremos como sociedad la necesidad de aplacar estos salvajes, lograrlo no garantiza un matrimonio con la gloria, pero si un buen noviazgo. El tema es muy delicado, porque el que golpea un monstruo tiene que matarlo. Desmontar ese tinglado es un reto de Estado, creo que la política es para gente buena que se sacrifica para ayudar a su pueblo, no solo de personas con ansias de desplazar a los que están sino de hacer los cambios que necesitamos al precio que sea. Esperamos el milagro, políticos responsables que responden a los mejores intereses de su pueblo y enfrentan a los demonios que le atormentan.