Al observar en fotos y vídeos el rostro de Ramón Israel Rodríguez Cruz, un oficial de apenas 37 años de edad, asesinado días atrás, nos invade una amarga sensación de tristeza e impotencia.
La ropa empapada de sangre, los numerosos impactos de balas, la expresión de desconcierto.
Cuando su madre, su esposa y familiares intentaron socorrerle, los oficiales policiales que les dispararon advirtieron “que no se atrevieran a acercarse”.
Estos días de finales y principios de año, los medios están plagados de crónica roja. Nubes oscuras se desplazan en los cielos y proyectan sombras ominosas sobre nuestras vidas. Uno hace memoria y piensa que no siempre fue así. Años atrás, lo que definía esta época era la alegría, el amor, el acercamiento.
Ahora es la tragedia, el desenfreno y la locura.
¿Cuánto tiempo hace que vivimos en una sociedad fracturada por la descomposición, la irracionalidad, la ilegalidad y el crimen? El consumo de narcóticos y de alcohol, el apetito ilimitado por dinero y bienes sin que importe origen ni medios para adquirirlos, el desenfreno a todos los niveles marcan las pautas.
El carácter de un elevado porcentaje de los ciudadanos ha sufrido una mutación tan drástica, contradictoria y aciaga que desconcierta y aterra.
Observamos la foto de una mujer muy joven mestiza, centrada, los ojos abiertos y los labios juntos. Se llamaba Alina Upia González, de 24 años. Fue asesinada por Elvis Sánchez, de 31, quien le asestó numerosas estocadas en el baño de la residencia de su madre en el barrio Las Palmas.
Poco después el homicida murió al lanzarse de un tercer piso.
Yocairi Amarante, sufrió la sorpresa más espantosa e impensable de su vida, cuando, por instrucciones de Willy Antonio Javier, con quien sostuvo una relación por cinco años y había procreado una niña casi adolescente, recibió un ataque con la sustancia conocida como “ácido del diablo” que le desfiguró el rostro y gran parte del cuerpo.
Hasta el momento, de acuerdo con el parte médico, ha sido objeto de siete cirugías para colocarles autoinjertos en las partes afectadas.
A fines del 2020, 58 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas, quienes en una significativa cantidad de casos, se suicidaron. (Datos de Javier Flores e Ivanessa Guzmán).
En diciembre, se produjeron dos asesinatos simultáneos en Santiago. Hechos similares ocurrieron en la provincia María Trinidad Sánchez, en Río San Juan, en San José de Ocoa.
En este 2021 , Juleisy del Carmen Beato Pérez, oficial del Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria, fue apuñalada y asfixiada por su pareja Víctor Manuel Vásquez Díaz. El homicida se ahorcó, tras cometer el hecho.
Bernardo Vicente Montero, de 23 años, fue detenido en Sosúa, tras asesinar a María Cristina Encarnación Montero, de 27 años.
Analizar las cifras de las personas muertas o heridas gravemente en accidentes de tránsito, las sumas millonarias involucradas en equipos que resultaron inservibles, el número de hospitalizados por ingesta de bebidas alcohólicas y narcóticos, incluyendo menores de edad , resulta en extremo deprimente. Atracos, escalamientos, actos de sicariato y violaciones por doquier.
Esta suma de hechos advierte que la sociedad dominicana está en la imperiosa necesidad de realizar un profundo examen de conciencia en numerosos ámbitos y áreas a fin de revertir desviaciones graves que es preciso reencaminar para enfrentar situaciones que se han ido agravando con los años.
Ese esfuerzo debe poseer la misma envergadura que los cambios que, gracias a las nuevas autoridades, se han registrado a nivel de la justicia. Resultan notables los esfuerzos oficiales para recuperar la economía y reivindicar sectores relegados socialmente y actuar a favor de quienes han perdido sus empleos.
Es encomiable el esfuerzo conjunto del sector privado y el gobierno, quienes implementarán tecnologías para lograr la recuperación económica, el mantenimiento y crecimiento de las zonas francas.
Es positivo el porcentaje de turistas que vino al país en diciembre pasado.
Asimismo, las actividades económicas, están mejorando levemente, y la noticia de que el sistema económico ha resistido gracias a sus niveles de diversificación.
La renegociación de la deuda producirá ahorros sustanciales en los pagos en el periodo 2021-2025. La política exterior ha sufrido cambios radicales que redundarán en beneficio del país.