Santo Domingo.- Una profunda tristeza embarga al municipio de Bajos de Haina tras la trágica muerte de 10 integrantes del grupo Los Haineros Dorados, quienes perdieron la vida durante el colapso del techo de la reconocida discoteca Jet Set, mientras asistían al último show del merenguero Rubby Pérez.
El dolor colectivo se hacía sentir en el polideportivo de la comunidad, donde eran velados los cuerpos de tres de las víctimas, mientras que los demás fueron trasladados a una funeraria local para ser despedidos de manera conjunta.
Lágrimas, abrazos y lamentos llenaban el ambiente del multiuso, en medio de la incredulidad y el impacto por la pérdida repentina de estos miembros queridos de la comunidad. Familiares, amigos y vecinos se consolaban mutuamente, buscando fortaleza ante una tragedia que ha estremecido a todo Haina.
Según relató Franklin Suero, también miembro del grupo, unas 25 personas de esta hermandad de adultos mayores asistieron al evento como muestra de apoyo a Rubby Pérez, conocido como “la voz más alta del merengue”. De ellos, solo 15 lograron sobrevivir, incluyendo dos heridos.
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Suero explicó que el grupo fue fundado hace tres años con el objetivo de reunir a residentes de Haina para compartir momentos, animarse mutuamente y fortalecer la convivencia. Los Dorados cuentan con un club donde conversan sobre la vida, juegan dominó, cantan en karaoke y disfrutan de la música, además de brindarse compañía y apoyo mutuo.
Héctor Rincón, presidente de la agrupación, expresó su pesar y llamó a la unidad comunitaria ante este trágico evento que le cegó la vida a sus compañeros.
“Todos estos son señales que nos están mandando para que dejemos la rencilla, el odio y nos unamos más como comunidad”, manifestó afligido Rincón.
Por otro lado, Domingo Guillén, hermano de una de las víctimas, destacó la trayectoria de su familiar Luis Emilio Guillén, vicepresidente del grupo, y recordó su papel como líder del deporte en la comunidad.
“Fundó ese club de hombres y mujeres forjados para el bien común. Siempre buscó unir y resolver problemas entre nosotros. Mi hermano forjó a muchos jóvenes y fortaleció a otros jóvenes con el deporte. Nunca dijo que no cuando se trataba del deporte. Mi hermano se sacaba lo que fuera de los bolsillo para dar.”, dijo con lágrimas en los ojos.
Luis Emilio Guillén fue reconocido por su compromiso con el desarrollo deportivo en Haina y su trayectoria como atleta destacado. Su hermana, Milagro Guillén, también figura entre las víctimas.
El alcalde de Bajos de Haina, Osvaldo Rodríguez, expresó sus condolencias y agradeció la apertura de las familias para permitir un homenaje digno a todas las víctimas que dejó la discoteca del Jet Set.
“Agradecemos a los familiares por permitirnos brindar esta despedida desde el ayuntamiento. Nos unimos a su dolor. Que descansen en paz esos amigos, hermanos y vecinos que ya no están con nosotros”, expresó.
Entre los fallecidos también se encuentran Andrés Pichardo, Juana Vásquez, Juana Pérez, Isabel Cabrera y Héctor Cabrera, una pareja de esposos que residía en Estados Unidos y habían venido al país en noviembre de retirada.
El último adiós a Tony Blanco
En el lugar también fueron velados los restos del expelotero de las Estrellas Orientales, Tony Blanco, el cual falleció en el Jet Set junto a su novia Nelfy Sánchez, quienes se encontraban celebrando un cumpleaños.
Según relató Franklin Blanco, hermano del exjugador, Tony había asistido al evento para celebrar el cumpleaños de su pareja, sin imaginar que sería su última noche con vida. La pareja dejó en la orfandad a un niño de apenas cuatro meses de nacido.
“Tony era un niño grande. Se solidarizaba con los demás. Se quitaba la comida de la boca para dársela a otros. Quiero que lo recuerden con alegría. Era un tipo alegre”, expresó su hermano.
El cuerpo de Tony Blanco fue velado inicialmente en el polideportivo de Los Bajos de Haina, y luego trasladado a la funeraria Blandino, en la avenida Abraham Lincoln, donde recibió su último adiós.
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