Santo Domingo.– Pablo Ramírez aún no sale de su asombro tras sobrevivir al derrumbe de la discoteca Jet Set, en Santo Domingo, que dejó al menos 44 personas muertas, según datos preliminares del Centro de Operaciones de Emergencias (COE).
Con la camiseta manchada de polvo y sangre, y heridas visibles en el rostro, Ramírez recuerda con dolor y angustia lo ocurrido la noche del lunes, cuando compartía en familia durante la tradicional fiesta bailable amenizada por el merenguero Rubby Pérez.
“Todo pasó en cuestión de 10 segundos, todo se desplomó”, narró.
“Estábamos todos compartiendo, como cualquier lunes. Era una noche alegre, nadie imaginaba una tragedia como esta”.
La familia celebraba la llegada de su hija, Janeisi Ramírez, y su yerno, Ramón Santana, quienes habían viajado desde España hacía apenas diez días. Ambos se encontraban cerca de la pista de baile al momento del colapso.
“Yo estaba cerca de la puerta, por eso pude salir bien… pero mi hija y su esposo estaban en el centro”, cuenta Pablo, con la voz entrecortada. También relató que la suegra de su hija, Alina, logró salvarse “de milagro”, aunque salió herida y en estado de shock.
La tragedia en Jet Set ha sido catalogada como la segunda más grave en una discoteca a nivel mundial en lo que va de 2025.
El Gobierno dominicano decretó tres días de duelo nacional, desde este martes 8 hasta el jueves 10 de abril, en memoria de las víctimas.
Mientras los rescatistas y las autoridades continúan con las labores de identificación y asistencia a los heridos, los sobrevivientes como Pablo Ramírez intentan reconstruir sus vidas en medio del trauma.
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Edili Arias
Periodista egresada de la Universidad O&M, apasionada por escribir sobre niñez, salud e historias humanas. Combina su amor por el periodismo con su afición por los deportes. Madre de dos niños, lo que le aporta una perspectiva cercana y sensible en sus reportajes.
