Santo Domingo. – Las luces, los platos tradicionales y todo lo que envuelve las fiestas navideñas hacen que diciembre sea uno de los meses más alegres del año. Sin embargo, en la casa de quienes perdieron a un ser querido en la tragedia del Jet Set, estas semanas estarán marcadas por la pena y la tristeza.
El desplome del techo de la famosa discoteca enlutó a toda la población, dejando saldo de 236 muertos y más de 180 heridos.
Uno de los fallecidos aquella trágica noche fue Luis José Custodio, hijo de José Luis Custodio, quien aún llora su repentino deceso. Luis asistió a la fiesta, amenizada por el merenguero Rubby Pérez, en compañía de su esposa y suegro, quienes también fallecieron en la catástrofe. Sus tres hijos quedaron en la orfandad.
“Este diciembre será muy difícil, porque nosotros siempre compartimos en familia”, expresó con la voz entrecortada José Luis Custodio, tras participar en la misa celebrada en honor a las víctimas, al cumplirse ocho meses del suceso.
Custodio viajó desde Santiago para participar del acto religioso que se celebra cada mes en memoria de los fallecidos en las inmediaciones del antiguo centro nocturno, y aprovechó la ocasión para unirse al clamor de otros familiares que piden justicia por la muerte de sus seres queridos.
En ese sentido, se mostró esperanzado de que el Ministerio Público pueda lograr una condena contra los hermanos Antonio y Maribel Espaillat, a los que acusó de provocar el colapso del techo de la discoteca.
“Sabemos que en algún momento le va a llegar la justicia. Lo que pasó aquí en el Jet Set no fue un avión que se cayó, no fue un barco que se hundió. Fue algo provocado por ellos mismos, ellos provocaron eso, mataron a toda esa gente; ellos son criminales”, enfatizó.
Con visible tristeza en sus ojos, Custodio reveló que todos los días llora por la pérdida de su hijo y de las demás personas que asistieron a aquella última fiesta de los lunes en la emblemática discoteca capitalina. Horas antes del siniestro, confesó que había compartido con su hijo, quien lo visitó en su casa, pero nunca imaginó que sería la última vez.
La lucha de un sobreviviente
Esa noche, en la discoteca también estuvo Julio Montoya, quien logró salir con vida del derrumbe, pero aún combate con los traumas físicos y emocionales que el suceso desencadenó en su vida.
El joven todavía recuerda los gritos de ayuda de quienes quedaron atrapados bajo los escombros del Jet Set, muchos de los cuales no podían valerse por sí mismo para buscar un lugar seguro por las heridas en su cuerpo.
“En los primeros seis meses no podía salir”, narró Montoya, al relatar que en ocasiones no logra conciliar el sueño porque revive todo lo ocurrido durante las casi cuatro horas que permaneció bajo las ruinas de la discoteca.
Julio Montoya denunció además que no ha recibido la asistencia prometida por las autoridades y que los gastos de su recuperación han recaído mayormente sobre él.
Exigen justicia
Al encabezar la misa en honor a los difuntos, el padre Rogelio Cruz reiteró el llamado a las autoridades para que esta "desgracia no sea olvidada" y los responsables sean juzgados en los tribunales.
Asimismo, ratificó su pedido de que se construya un mausoleo en honor a las víctimas.
"Lo que pasó aquí se pudo haber evitado. Como sociedad… No vamos a jugar al olvido. Queremos justicia", exigió el sacerdote.
Agregó que seguirán asistiendo a la zona cero hasta que se esclarezcan los hechos que causaron la tragedia. Esto tras afirmar que, junto a los familiares, ha recibido amenazas por parte de las propias "autoridades" para que se olvide de los actos conmemorativos.