Philadelphia 76ers center Joel Embiid, left, and Atlanta Hawks guard Trae Young hug after the Hawks defeated the 76ers 103-96 to advance to their first Eastern Conference finals since 2015, Sunday, June 20, 2021, in Philadelphia. (Curtis Compton/Atlanta Journal-Constitution via AP)
Filadelfia (EE.UU.).- El base franquicia de los Atlanta Hawks, que este domingo ganaron a domicilio por 96-103 a los Philadelphia Sixers en el decisivo séptimo partido y dieron la gran sorpresa en las semifinales de la Conferencia Este, alabó la manera como todo el equipo respondió.
“Nos clasificamos a lo grande, como un equipo que demostró siempre carácter en el campo, aún cuando perdimos”, declaró Young, que acabó con un doble-doble de 21 puntos, incluido el triple decisivo, y 10 asistencias. “Siempre creíamos en lo que podíamos hacer en cada partido y luchamos hasta el final».
Precisamente el espíritu de lucha que mantuvo siempre el equipo de Atlanta fue lo que destacó el entrenador interino de los Hawks, Nate McMillan, que llegó al equipo al comienzo de la temporada cuando tenían una marca negativa y nadie apostaba por ellos ni tan siquiera llegar a los playoffs.
“Sentí que estaban hechos para este momento de esta noche para ganar este partido”, destacó McMillan. “Ahora debemos pensar en las finales que nos esperan ante los Milwaukee Bucks, otro equipo que llega como favorito».
Atlanta había tenido marca de 0-9 en los séptimos partidos de playoffs que había jugado hasta ahora como visitantes.
Pero los Hawks ignoraron su ignominiosa historia y obtuvieron uno en Filadelfia, donde ya ganaron en el primero y el quinto y eliminaron a las estrellas de los Sixers, el pívot camerunés Joel Embiid y el base australiano Ben Simmons, que cerraron en falso de nuevo con derrota otro capítulo más del cuestionado plan de reconstrucción conocido como el Proceso.
El alero Tobias Harris, que volvió a ser el jugador más consistente de los Sixers al conseguir un doble-doble de 24 puntos y 14 rebotes, admitió que ellos mismos fueron sus peores enemigos.
“Les dimos vida desde el primer partido”, destacó Harris. “Es un equipo joven y hambriento, que luchó cada balón y ahí estuvo la clave de nuestra derrota y eliminación».
Por su parte, Embiid, que jugó con problemas en su rodilla derecha, reiteró que de haber estado en plenitud física y todo el equipo unidos mantenía su predicción que el equipo estaba para ganar todo en la NBA.
Embiid anotó 31 puntos, 11 rebotes y ocho pérdidas de balón jugando con un desgarro de menisco en la rodilla derecha.
“Sigo creyendo que si estuviera al 100%, si estuviéramos todos juntos”, comentó Embiid, que acabó con un doble-doble de 31 puntos y 11 rebotes, pero también tuvo ocho pérdidas de balón. “Todavía creo que teníamos una oportunidad de ganarlo todo».
Mientras que el entrenador de los Sixers, Doc Rivers, en su primer año con el equipo, al que llegó tras quedar eliminado la pasada temporada con Los Angeles Clippers, también en semifinales de la Conferencia Oeste frente a los Denver Nuggets, reconoció que no hicieron las cosas bien en el campo en los momentos decisivos y sobre todo no consiguieron los puntos claves.
“Es muy simple, si no anotas los tiros fáciles y desde la línea de personal, al final es muy complicado poder conseguir la victoria”, comentó Rivers. “Sin quitarle nada de mérito al gran juego de los Hawks, a los que felicito y les deseo lo mejor, nosotros no estuvimos a la altura del equipo que necesita ganar».