Queda confirmado una vez más que en la industria del béisbol dominicano el periodismo es el sector más marginado, menos respetado y peor remunerado.
¿Culpa de quién? Del propio cronista deportivo, y me incluyo.
En innumerables tertulias que he participado, el amigo Guelo Tueni -utilizo su nombre sin autorización- ha llevado la voz cantante sobre el tema, principalmente a la hora de llegar a acuerdos sin firmar contratos para realizar trabajos de comunicación (prensa, relaciones públicas, narración, comentarios, etc.).
Recientemente -corre el segundo mes- el Grupo Telemicro dejó sin efecto las transmisiones de las grandesligas por radio, sin justificar ante sus empleados, en una reunión conjunta explicativa, los motivos de la decisión y mucho menos los efectos ante una amplia legión de oyentes que cada día te preguntan en los medios y en las calles ¿y la transmisión? No hay respuesta.
Esa decisión, lógicamente, deja «en el aire» a un grupo de comunicadores que había hecho planes para cobrar seis meses y pico -y sólo percibe tres- con el agravante de que no hay espacio para el reclamo y la deliberación. ¡No hay respeto! ¡No hay ética!
¡No hay dignidad! Y sobretodo, ¡No hay contrato!