La multinacional Toshiba Corp. viene pasando un momento difícil últimamente: su unidad Westinghouse Electric entró en quiebra y la venta de su unidad de semiconductores enfrenta dificultades políticas.
La empresa viene ofreciendo participaciones accionarias e inmuebles como garantía a los acreedores en su búsqueda de apoyo adicional.
Todo esto hizo que ayer se publicasen las ganancias para el tercer trimestre, tras posponerlas dos veces, sin aprobación de un auditor, acompañadas por una advertencia sobre su capacidad de seguir adelante como empresa solvente.