San José.- Las tortugas marinas en peligro de extinción empezaron a llegar en masa a las costas del Pacífico de Nicaragua, informó este martes el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena).
“Con la cantidad de 1.300 hembras andantes de la especie paslama ha iniciado en el refugio de vida silvestre Río Escalante Chacocente, en (la provincia de) Carazo, la primera arribada masiva de tortugas marinas para el período 2023-2024”, indicó el Marena en Twitter.
En Nicaragua es conocida como “temporada de arribadas” la llegada masiva de tortugas, y va de julio a enero. Este fenómeno solamente ocurre en 7 playas del mundo, y de estas, dos están en Nicaragua, según el Marena.
Las playas nicaragüenses preferidas por las tortugas marinas son Chacocente y La Flor. Cualquiera de estas puede recibir hasta 4.000 tortugas en una sola noche, según los cálculos de la Dirección de Biodiversidad del Marena.
NICARAGUA TIENE DOS SANTUARIOS PARA TORTUGAS
En el refugio de vida silvestre La Flor, ubicado en el municipio de San Juan del Sur, provincia de Rivas, en el Pacífico, han arribado 3.022 tortugas marinas entre el sábado y el lunes pasado, de acuerdo con el Marena.
En ese refugio, ubicado a 160 kilómetros en carretera al sur de Managua, es uno de los siete lugares en el mundo donde arriban tortugas paslama, carey, tora y torita.
La especie de tortuga que predomina y que hace su desove masivo es la paslama, que está amenazada actualmente. La cantidad de huevos que depositan cada una de las tortugas va en dependencia de la edad y la especie. A mayor edad, mayor número de huevos.
La especie de paslama puede poner entre 60 hasta 103 unidades de huevos por cada tortuga. En el caso de la tortuga tora y torita, entre 60 y 80 unidades, respectivamente, según datos del Marena. Nicaragua espera cinco arribadas de tortugas entre julio y enero en Chacocente y La Flor.
UN ESPECTÁCULO ÚNICO
La observación de las arribadas solamente es permitida bajo supervisión del Ejército de Nicaragua y la Policía nacional y con estrictas normas de seguridad y comportamiento.
Este celo se debe a que algunas de las especies que anidan en la zona, como la Tora o Baula, la tortuga marina más grande del mundo, están en peligro extremo de extinción, según las autoridades.
La tasa de supervivencia puede ser del 1 al 3 % por la alteración de su hábitat, la contaminación y la cacería de los depredadores, de acuerdo con los expertos.
La comercialización de huevos de paslama está prohibida en Nicaragua por ser una especie en peligro de extinción. Sin embargo, en algunos mercados, establecimientos y vendedores ambulantes burlan esa medida, según ha constatado EFE.
“Debido a estas amenazas, nuestras tortugas marinas están en peligro de extinción. Proteger las arribadas de tortugas es nuestra responsabilidad”, señaló el Marena. Esa cartera espera que en esta temporada arriben 120.000 tortugas y eclosionen 1,8 millones de crías en la costa del Pacífico.
Después de vivir unos 15 años en el océano, las tortugas regresan a anidar a la misma playa donde nacieron, probablemente en luna nueva o luna llena, de ahí que las arribadas masivas se pueden predecir, según las autoridades, que cada año emiten un calendario posible de estos fenómenos.