Nadie puede negar que la Liga Dominicana de Béisbol está realizando todos los esfuerzos para que el montaje del próximo torneo profesional se realice cumpliendo todos los protocolos sanitarios que exigen las autoridades sanitarias, para evitar contagios.
Es una labor de mucha responsabilidad en una sociedad donde la indisciplina ciudadana ha sido el común denominador para evitar la propagación del coronovirus.
Prohibir escupir y evitar los abrazos, por ejemplo, es un paso de avance que ojalá se cumpla al pie de la letra.
La ausencia de fanáticos en los estadios, es la medida más importante, porque conociendo uno al dedillo el comportamiento de los aficionados en las gradas, su control se hace sumamente difícil, por lo decir que imposible.
La Liga de Béisbol debe buscar asesoría de Grandes Ligas, que desarrolla su campeonato con notable éxito.
La ausencia de público en los estadios, por lo menos en la parte inicial del evento, es prioritario para salir airosos.
Ahora, que nadie ponga en duda que es casi seguro que en un país indisciplinado de los pies a la cabeza, por muchos controles que se impongan, es casi seguro que se produzca un rebrote.
Y eso no lo confirman expertos en la materia, debido a que se han producido en sociedades donde hay respeto al distanciamiento físico.
Ojalá que todo salda bien y que el próximo campeonato se efectúe sin inconvenientes.