En esta fotografía puede verse una casa dañada tras el paso de un tornado el sábado en Rowlett, Texas, el domingo 27 de diciembre de 2015. Al menos 11 personas murieron y decenas quedaron heridas por tornados que pasaron por el área de Dallas y generaron daños sustanciales el fin de semana. (Foto AP/David Warren)
Texas, EE.UU.— Al menos 11 personas murieron y decenas resultaron heridas debido a los fuertes tornados que azotaron el fin de semana la zona metropolitana de Dallas, en tanto que 13 personas fallecieron por las inundaciones en la región centro-norte de Estados Unidos.
Se trata de la más reciente sucesión de fenómenos climáticos severos registrados en el país, desde fuertes nevadas en New México, el oeste de Texas y el extremo noroeste de Oklahoma hasta inundaciones en partes de las planicies y el centro-norte del país.
El clima tempestuoso ha durado varios días y dejado un total de 42 personas muertas: las contabilizadas en Texas, cinco en Illinois, siete en Missouri y 19 en el sureste. Para el domingo estaban más claros los daños que causaron las tormentas el día anterior a lo largo de una franja de casi 64 kilómetros (40 millas) cerca de Dallas.
Las autoridades locales calcularon hasta 1.450 viviendas resultaron dañadas o destruidas en tormentas que según el Servicio Meteorológico Nacional produjeron nueve tornados.
Numerosos vehículos quedaron en muy mal estado, y se vinieron abajo tendidos eléctricos y árboles. Los aguaceros, el viento y el descenso de las temperaturas obstruyeron las labores de limpieza el domingo en la tarde.
“Esto representa un enorme impacto sobre nuestra comunidad y todos estamos sufriendo”, dijo Pedro Barineau, teniente de la policía de Garland, en referencia a ese suburbio ubicado a 32 kilómetros (20 millas) al noreste de Dallas, donde ocho personas perdieron la vida, 15 resultaron heridas y unas 600 estructuras resultaron dañadas, principalmente casas.
El servicio meteorológico dijo que un tornado EF-4, el segundo más poderoso de la clasificación con vientos de más de 320 kph (200 mph), azotó la comunidad el sábado alrededor de las 6:45 de la tarde.
El tornado pasó cerca del cruce entre la Interestatal 30 y la autopista George Bush, una importante vía en la región. Al menos tres personas fueron encontradas sin vida dentro de vehículos, dijo Barineau, que destacó que algunos coches al parecer fueron lanzados al exterior de la carretera interestatal, aunque se desconoce la forma exacta en que las víctimas murieron.
Natalie Guzmán, de 33 años, tomó fotografías de la casa de su familia en un vecindario en Garland. Una pared de la cochera se vino abajo al igual que el techo.
La única parte de la vivienda que al parecer se salvó fue la recámara principal, en la que su cuñado se refugió el sábado en la noche. Él era la única persona que estaba en la casa y le dijo que apenas tuvo tiempo para refugiarse con sus perros en el baño. “Fue peor de lo que imaginé”, declaró Guzmán al comparar el escenario con las fotos que su cuñado le había enviado el sábado.
La destrucción en Garland fue tan amplia que el juez Clay Jenkins, del condado Dallas, declaró a la ciudad en estado de desastre a los pocos minutos de que viera lo ocurrido. “Yo no declaró desastres locales así nada más”, afirmó Jenkins.
“Sin embargo, observé el panorama durante 10 minutos, conversé con el comandante de incidentes y luego llamé a los abogados para que trajeran los papeles”.
En el poblado de Rowlett, cerca de Garland, el administrador municipal Brian Funderburk dijo el domingo en la mañana que 23 personas resultaron heridas, sin que se informara de muertos ni desaparecidos. Según el servicio meteorológico, los daños son indicio de que se trató posiblemente de un tornado categoría EF-3 con vientos de 265,5 kph (165 mph).
Dale Vermurlen vivía en un vecindario en Rowlett en el que hubo severos daños. Su casa apenas sufrió estropicios, pero estaba contigua a una vivienda destruida totalmente. “Sujeté a ambos perros de los collares y me afiancé de la tasa del baño. Dije `bueno amigos, quizá este sea el fin”’.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró zonas de desastre a cuatro condados —Dallas, Collin, Rockwall y Ellis— y advirtió sobre un posible aumento en el número de víctimas.
La gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin, declaró el estado de emergencia ante las condiciones de ventisca, una advertencia de tormenta de hielo en el oeste y alertas de inundaciones en el este, donde cayeron casi 23 centímetros (nueve pulgadas) de lluvia. Más al norte, las lluvias propiciaron condiciones peligrosas para los automovilistas e inundaciones en Missouri e Illinois.
El gobernador de Missouri, Jay Nixon, también declaró el estado de emergencia. Seis personas murieron durante la noche cuando dos vehículos se metieron a caminos inundados en la región centro-sur de Missouri, dijo el jefe policial del condado Pulaski, Ronald Long. Las autoridades del condado Greene dijeron que hubo dos muertes relacionadas con las anegaciones.