Con la oposición que mantiene el director ejecutivo de la Asociación de Jugadores de Béisbol de Grandes Ligas, Tony Clark, para la realización de un sorteo internacional para firmar los prospectos, demuestra que apoya el desorden que hunde el béisbol en nuestro país.
Es evidente que Clark desconoce o se hace el tonto sobre las malas prácticas en el mercado de las firmas de prospectos en América Latina, especialmente en el territorio dominicano.
Ayer un reconocido entrenador me dijo que lo peor que le sucede al desarrollo del béisbol en América Latina es que Clark sea quien tenga la decisión para negociar con los equipos de Grandes Ligas, sin conocer sobre lo que sucede en nuestros países.
El desorden que existe en el mercado de firmas del país es insoportable y, aunque en el pasado, la mayoría de entrenadores se oponían al draft que oferta la Major League Baseball (MLB), hoy lo desean por ser la mejor vía para salvar el negocio.
El entrenador Javier Rodríguez me enseñó ayer una lista muy interesante de dueños de programas, que ayudaron a muchos jugadores a llegar a las Grandes Ligas y que tuvieron que cerrar por no soportar los costos de operaciones.
Alguien debe explicarle a Clark que en el sistema actual, en el que se firman niños desde los 12 años, los entrenadores deben empezar a trabajar con esos infantiles desde los ocho, nueve y diez años de edad, para tenerlos listos en la etapa requerida, y luego esperar por cuatro años más para recibir el bono acordado, que en muchos casos se cae o se rebaja, por cualquier situación que afecte al niño durante el tiempo de espera.
Los entrenadores prefieren el sorteo o draft que quiere la MLB, que sería cuando los prospectos alcancen los 16 años y medio, porque pueden empezar a trabajar los niños a los 13 y 14 años de edad y así el tiempo de espera del bono se reduce bastante, y eso tiene lógica.
Los acompañantes dominicanos que tiene Clark, que son exjugadores, deben hacerle entender que por la presión de tener los prospectos listos a los 12 años, es que suceden tantas ‘cosas malas’ en la industria, incluyendo el aumento del consumo de sustancias prohibidas, que en la mayoría de los casos se utilizan medicamentos para animales.
Varios niños dominicanos han perdido la vida y otros han quedado mutilados. Quiera Dios que Clark sea reorientado y cambie su postura, la cual actualmente es muy errada.