Chulos y proxenetas, drogadictos y exconvictos, damas de compañía y adulteras, cuyo único orgullo es destruir hogares e intercambiarse hombres entre ellas, y el peor grupo de todos: los que se esconden detrás de un falso cristianismo para que no vean el ébano de su corazón, estos son los que hoy atacan a Zulinka Pérez.
Pareciera que el mismísimo infierno se puso de acuerdo para apuntar todos sus cañones hacia la mayor de los hermanos. Demonios que ni comprando la licuadora más eficiente, al juntarlos, se puede sacar un litro de jugo, porque no tienen un gramo de moral.
Es lamentable la campaña de difamación que le montaron a Zulinka, persona que, en vez de encontrar consuelo y protección en los suyos, fue echada sin piedad a la hoguera. Una mujer cuyo único pecado fue sobrevivir a la tragedia más grande de su vida, consumiendo un “caramelo envenenado” de aquellos que decían ser sus amigos y de los amigos nadie se cuida
¿Quién estará financiando dicha campaña? ¿A quién le convendría que el pueblo le quite el apoyo que le ha dado a Zulinka Pérez? ¿Por qué los medios de comunicación tratan este tema como si fuera algo personal?
“Lo que se hereda no se roba” dicen por ahí, pero precisamente los que no heredan, en vez de mediar son los ángeles caídos que empezaron una guerra sin sentido y con mucho billete de por medio.
Vuela alto mi reina, sigue con tu carrera, pero antes de hacerlo recuerda que “el árbol genealógico también se poda” nadie que intente dañar tu moral y a tu familia merece tu presencia, así lleve tu propia sangre.
Ayuda, ama, ora y protege, pero hazlo desde la distancia. Recuerda que es hasta bíblico que cuando un órgano te hace pecar, hay que cortarlo de raíz, así como se hace con el cáncer.
Por algo protegiste a tu padre, mudándote con él en su momento más oscuro, ya entendemos el porqué.
Este pueblo se pone de pie y te aplaude, porque se necesita mucha fuerza por ser lapidada en pleno occidente. ¡Vuela alto donde los buitres no te alcancen! Y te dejo la frase de nuestro afamado Yaqui Núñez del Risco, la cual profetiza tu estado actual:
“Me vacuné contra la calumnia cuando confirmé que era el precio a pagar por ser distinto y triunfador. Cuando me dicen que alguien a mis espaldas acabó conmigo, no pido ni permito que me digan lo que se dijo. ¡De vivir y sobrevivir aprendí que el ignorante es atrevido, que el mediocre es irrespetuoso y que el derrotado del triunfo ajeno dispara a matar reputación!”
Y como decía tu papi, ¡tú vas a volar!
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