El tema de la reelección, aunque quizá nunca como ahora, ha estado de moda en los círculos políticos, sociales y deportivos, dado que cuando se está en un cargo es difícil “desmontarse del caballo”, o como decía el expresidente Balaguer, de la “silla de alfileres”.
Hace unos días, EL DÍA publicó una infografía que deja al descubierto cómo los que llegan a la presidencia de cualquier federación se mantienen por años, sin dar paso absolutamente a nadie, una verdadera “dictadura”, aunque algunos la definan con “respaldo popular”.
Pero el mismo fenómeno, o tal vez con más fervor, se produce en la clase política, donde los que han estado aseguran que no darán “un paso atrás, ni para coger impulso”, mientras otros “majaretean” por todos los medios cómo mantener “la ñoña”.
El tema es recurrente cada cierto tiempo, en especial cuando se efectúan elecciones, porque el deporte ha “parido” dirigentes a quienes Trujillo les quedaría como si fuera un “niño de teta”, porque han permanecido en forma ininterrumpida 44 años en el cargo, sin dar paso a nadie.
Estamos en este momento en un corre corre en todos los estamentos de poder político, social y deportivo.
Que nadie olvide que en los clubes sociales de primer nivel hay casos que se están conociendo en los tribunales, algo impensable hace un tiempo.
Lo mismo ocurre entre accionistas de equipos del béisbol profesional, que hasta hace algún tiempo mostraban una gran cohesión entre sus socios, pero hoy, aunque la sangre no ha llegado al río, está bastante cerca de la orilla.
Por lo tanto, la reelección, en términos generales, es hoy más popular que las últimas creaciones de Juan Luis Guerra, como el ‘Kitipún’.