Santo Domingo.-Tal como fue bautizada, la película “Todo incluido”, de Roberto Ángel Salcedo, la cual estará en los cines del país a partir de hoy, abarca un amplio repertorio de escenas divertidas que habrá de acaparar la atención del público amante de las comedias.

El filme estrenado el lunes en una premier en Sambill es protagonizado por destacadas figuras de la televisión criolla y se desarrolla especialmente en un hotel de Punta Cana.

En la misma, un grupo de empleados de una compañía denominada “Seguros la Primera” fue a participar en una convención de negocios, convirtiendo el resort en una especie de “locura o de desorden organizado”.

La persecución a que fueron sometidos tres de los principales ejecutivos de ventas de la empresa, quienes prepararon con antelación su viaje de trabajo, que presumiblemente les resultaría divertido, se convirtió en toda una de “pesadilla” para unos y vivencias de placer para otros, tras ser seducidos por el alcohol.

“Todo incluido”, guarda similitud con la película “Vamos de robo”, que protagonizaron Fausto Mata, Luis Jose Germán, Anthony Ríos y otras destacadas figuras, en las que esposas “paranoicas” controlaban desde sus respectivas casas a los maridos, que se habían involucrado involuntariamente en un hurto millonario en su compañía y al final salieron airosos y ascendidos tras descubrirse su inocencia.

También tiene similitud con otra proyección extranjera, que lleva el mismo nombre.

Staff de venta

En esta entrega, Roberto Ángel Salcedo escenifica el caso de los ejecutivos de ventas que eran Cuquin Victoria, quien estaba casado con Edilí, una pareja de esposos medio retirada, contagiados uno y otro más por los achaques propios del “ácido viejúrico”, que por la edad que tenían.

Por su vasta experiencia, hicieron una buena química y lograron hacer reír al público.

Cuquin y Edilí vivían solos.

Él permanecía turbado, con achaques de todo tipo, no podía escuchar que ella u otra gente padeciera dolor de cabeza o de espalda, apretamiento de pecho o lo que fuera, porque de inmediato él también lo sentía; cargaba encima un botiquín ambulante en una chaqueta que contenía desde gotas para el reumatismo hasta fármacos para ataques cardiacos.

En la casa, la mayor preocupación de ambos eran unos supuestos ratones que no los dejaban dormir ni cambiar un bombillo, por el movimiento de estos, que nunca sacaron la cabeza, pero los hacian saltar del susto.

Ella fue la única de las esposas de los ejecutivos que incentivó al marido a que se fuera al paseo, quien en principio se resistía porque no sabía quién le supliría la medicina, al final del paseo terminó borracho con otra vieja, desconociendo hasta sus habitaciones y siendo remarcados en unos carritos maleteros.

Mario Peguero era el “bonachon”, al que se le armó un reperpero porque tenía a su prometida embarazada y hacían planes de bodas, pero se unieron en concubinato; él tenía una novia paralela (hija del coronel frustrado que era Kenny Grullón) que no soportaba un engaño a su hija, y lo obligó a firmar una carta compromiso, pero Mario estaba ‘asfixiado’ por otra.

Todas estas, incluyendo la del coronel, se le aparecieron en el resort y se armó tremendo huidero.
Otra situación de apuros se le presentó a Mata, que estaba casado con Honny Estrella, ella muy hermosa y el un morenito pulido con una alta autoestima, sí tenía que ir en plan de conquista.

A este le cayeron allí unos viejos amigos que eran perseguidos por la Policía por un robo en el que además intentaron involucrarlo.
Todas esas tramas terminaron en confusos incidente.