Orgullo. Confianza. Compromiso. Son palabras, lo sé, pero también son sentimientos que te invaden cuando piensas en algo o en alguien.
Hoy las quiero compartir porque es lo que siento cuando pienso en mi equipo de trabajo.
Un grupo de personas que hicieron que en este año no tirara la toalla y confieso que estuve a punto de hacerlo porque todo lo que había avanzado en una década se desmoronó, algo que sé le ha pasado a mucha gente.
Sin embargo, al no estar sola, al tener a todos ellos creyendo en mí, en nosotros, me di cuenta que debía luchar y buscar la forma de salir hacia delante.
No reinventamos, buscamos otras vías de ingresos, estudiamos, aceptamos trabajos que no habíamos hecho y otros que ya no hacíamos, pero que llegaron.
¿La clave? Todos tuvimos fe en nosotros y eso me llenó y me llena de fuerzas para enfrentar lo que venga.
Este 2021 no va a ser igual a ningún otro año porque las consecuencias de todos los cambios se van a empezar a ver, de forma que tenemos que desarrollar la capacidad de reacción, de estar preparados para todo y eso no se puede hacer solos, hay que unir esfuerzos y tengo la suerte de contar con el equipo perfecto, el apoyo de mis seres queridos y sobre todo de creer en mí, de que soy capaz de lograr las cosas a pesar de los obstáculos que se presenten.
Y me siento profundamente afortunada por ello. No tengo la fórmula perfecta, creo que ni siquiera existe, pero si tengo a las personas perfectas que están haciendo este recorrido conmigo y eso es lo que les deseo a todos ustedes, que puedan encontrar con quien avanzar, en quien apoyarse y sobre todo con quien construir un presente.
Si lo logran, todo es posible.