Todo acto trae sus consecuencias

Reflexionando en lo mucho que nos mofamos en torno a que “yo hago lo que quiero, pues es mi vida y mi oportunidad de hacerlo”, y de hecho el caos existente en todos los órdenes de nuestra sociedad, que cada día mina la calidad de vida de los dominicanos honestos y con criterio de nación, es un reflejo de que las normas y leyes no se están respetando, traslado mis pensamientos a lo leído en la Palabra de Dios en torno a lo que pasa cuando decidimos no seguir las reglas y sobre todo la importancia que reviste lo dicho en 1ra. De Corintios 10:23 “Todo me es lícito, pero no todo conviene”
El problema que confronta la humanidad es que no le cree a Dios y no asimila lo que encierra infringir su Ley.
Desde el Jardín del Edén, Dios dispuso todo para disfrute del hombre, excepto lo concerniente al Árbol del bien y del mal, el cual dejó bien establecido para Adán y Eva el no tocarlo. Dios estaba al tanto de lo que estaba aconteciendo allí cuando Eva estaba siendo tentada por la serpiente y mucho más cuando Adán estaba siendo tentado a desobedecer a Dios para que comiera del fruto prohibido.
El pudo detener el asunto ahí pero no lo hizo, nos había dado el libre albedrío de escoger, pero el pastel no vino solo, con él había dicho las consecuencias de cruzar los límites. El hombre no venció a la tentación y durante toda la historia de la humanidad hemos visto las consecuencias de la desobediencia trayendo como consecuencia el pecado y muerte.
El mundo espiritual es mucho más amplio y poderoso que el terrenal y en éste están establecidas reglas, Nuestro Creador a través de Moisés nos dio los 10 mandamientos que rigen la vida espiritual de los hombres y tienen una injerencia directa en la terrenal.
Jesucristo que ha sido la única vía para alcanzar la salvación y poder nosotros ser restaurados por Gracia del pecado, no vino a anular la Ley, más bien cumplió con ella y fue muy explícito en torno a esta.
Amar a Dios sobre todas las cosas, no tomar el nombre de Dios en vano, no cometer adulterio, , no matar, honrar a tu Padre y a tu Madre, no mentir y no robar, son parte de esos mandamientos y violarlos, tienen consecuencias nefastas aquí en la tierra y en la eternidad.
Esta generación en la que estamos inmersas quiere vivir su vida a espaldas de Dios, han invertido los valores e impuestos sus propias reglas, a lo bueno le llaman malo y a lo malo bueno. Todo es permitido de acuerdo a sus parámetros de vida y depende del cristal con que se mire. “Dios es un Dios de amor y no importa lo que yo sea o haga El siempre me va a amar y no estoy haciendo nada malo. dicen ellos” o “Dios no existe, ustedes son unos bobos e imberbes, dicen otros”
No te dejes confundir, Nuestro Creador no transgrede sus propias reglas, es Dios de amor y misericordia pero también fuego consumidor.
Si sientes que estás por cruzar el fuego y te puedes quemar….párate con determinación, pide ayuda al Espíritu Santo y huye de la tentación, y si has cruzado la franja, no sigas avanzando, ven a Jesús con arrepentimiento y El vendrá tras tu rescate…pues las consecuencias pueden ser catastróficas.
Nunca olvides, TODO ME ES LICITO, PERO NO TODO CONVIENE!
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Mayra De Peña
Lic. en Contabilidad, egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), graduada de Periodista, en el Instituto Dominicano de Periodismo (IDP). Locutora, con un Diplomado en Comercio Exterior, y Diplomado en Política Estratégica. He desempeñado diversas funciones dentro del sector ...
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