President Barack Obama speaks to the media at a meeting with civil rights leaders in the Roosevelt Room of the White House in Washington, Thursday, Feb. 18, 2016. From left are, Brittany Packnett, the president, Rep, John Lewis, D-Ga., and Senior White House Adviser Valerie Jarrett. During the meeting the president discussed a range of issues, including the Administrations efforts on criminal justice reform, building trust between law enforcement and the communities they serve and the Presidents priorities during his final year in office. (AP Photo/Carolyn Kaster)
Washington.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, volvió a pedir este lunes que se apruebe una legislación más estricta sobre armas de fuego tras el tiroteo del sábado en Kalamazoo, una pequeña localidad de Michigan, donde un chofer de Uber mató a seis personas.
«Otra comunidad fue aterrorizada por la violencia armada (…). Hoy hay familias quebradas», declaró Obama tras recibir a la Asociación Nacional de Gobernadores en la Casa Blanca.
«A principios de año tomé medidas para dificultar que individuos peligrosos adquieran un arma. Pero claramente deberemos hacer más para garantizar la seguridad de los estadounidenses», agregó.
Haciendo referencia a la «amenaza terrorista» y al atentado de San Bernardino (California), que dejó 14 muertos a principios de diciembre, el presidente agregó: «Probablemente este fin de semana hemos perdido más estadounidenses por armas de fuego».
También elogió el «excepcional» trabajo de las autoridades locales para detener rápidamente al sospechoso y prometió al alcalde y al jefe de Policía toda la ayuda que necesitaran.
Jason Brian Dalton, de 45 años, quien trabajaba para Uber y cuyas motivaciones siguen siendo un misterio, comparecerá ante un tribunal el lunes de tarde.
Obama presentó a comienzos de enero une serie de medidas tendientes a controlar mejor las ventas de armas de fuego en Estados Unidos, generando controversia en el Congreso, controlado por la oposición republicana, que se niega a legislar sobre el tema.
Alrededor de 30.000 personas mueren cada año en Estados Unidos por armas de fuego.