La deuda pública fue satanizada por el PRM para ganar las elecciones. Ahora por la pandemia y la crisis económica, pasamos de una deuda bruta gubernamental menor al 48% relativa al PIB al comenzar 2019 a más del 70% hasta octubre de 2020, un aumento de 22 puntos porcentuales. Según la métrica de 54% para 2019 del FMI, citada el lunes por Andy Dahuajre, el aumento sería sólo 16%, menor que otros 33 países, pero mucho mayor que otros 153.
Ojo, que la relación porcentual crece no sólo por mayor endeudamiento sino por reducción del PIB. La manera más racional para que el Estado obtenga los recursos para defender la estabilidad y crecimiento sin los que aumenta la pobreza, es la esperada y temida reforma impositiva.
Jorge Blanco hizo una en 1984, necesaria y bien fundada, pero pésimamente comunicada y peor manejada políticamente. Si el gobierno encuentra los timbales para acometer esa reforma, necesitará una clase de apoyo político apabullante que podría conseguir combatiendo la corrupción. Pero toda, no sólo parte…