Después de dos semanas y media de tormento, un colapso histórico y estar al borde de la eliminación, los Tigres encontraron la manera de superar a los Guardianes en el momento perfecto, con la ayuda de un exhéroe de Ohio y un viejo némesis en ese estado.
El jonrón de ventaja de Dillon Dingler en el sexto inning y el doble del boricua Javier Báez abriendo la entrada para encender un ataque de cuatro carreras en el séptimo llevaron a los Tigres a salir de su casa del terror con una victoria de 6-3 ayer en el Juego 3 de su Serie del Comodín de la Liga Americana en el Progressive Field.
Los Tigres anotaron más de cinco carreras en un juego por primera vez desde el 10 de septiembre.
Con la victoria, los Tigres (2-1) se enfrentarán a los Marineros de Seattle en la Serie Divisional de la Liga Americana, mientras que los Guardianes (1-2) no volverán a jugar hasta 2026.
La Serie Divisional de la Liga Americana al mejor de cinco comienza el sábado (4:08 p.m. u 8:38 p.m., FOX o FS1) en el T-Mobile Park de Seattle.
El repunte de Cleveland al final de la campaña y las dificultades de Detroit en septiembre, incluidas cinco derrotas ante los Guardianes en las últimas dos semanas de la temporada regular, mandaron a los Felinos por un camino alterno, fuera del título de la División Central de la Liga Americana y hasta el último boleto del Comodín de la Liga Americana, lo que los llevó de regreso a Cleveland, donde ganaron el Juego 1 pero no pudieron capitalizar los chances en el Juego 2.
Durante cinco innings ayer, el duelo de vida o muerte parecía destinado a otro capítulo de magia de los Guardianes.
En la séptima entrada, los Tigres anotaron cuatro carreras para una ventaja de 6-1 con sencillos impulsores de dos carreras del dominicano Wenceel Pérez, Spencer Torkelson y Riley Greene. Los tres hits se produjeron con un out contra el relevista derecho Hunter Gaddis.
Los Tigres se animaron en la séptima entrada con dos hits consecutivos: Javier Báez conectó un doble y Parker Meadows un toque de bola.
El hit más potente fue de Pérez, quien llegó al plato con las bases llenas y conectó un sencillo de dos carreras. Antes de eso, Pérez solo había conectado cinco hits en sus últimas 66 apariciones al plato.
Tras tomar una ventaja de 6-1, los Tigres permitieron que los Guardianes anotaran dos carreras en la octava entrada gracias a un error en una recepción fallida del relevista derecho Will Vest. La ventaja de los Tigres se redujo a 6-3, pero Vest regresó al montículo y sentenció a los Guardianes con una novena entrada sin permitir carreras. Los Tigres anotaron primero en el Juego 3.
Por Cleveland, José Ramírez pegó un sencillo en cuatro turnos, con una remolcada. George Valera bateó un doble en cuatro turnos, con una anotada.
