La cantidad de seguidores en sus redes sociales, es un indicador del nivel de acepción entre los usuarios.
SANTO DOMINGO.-En tiempo de pandemia, como la del coronavirus, la adecuación de lo presencial a lo virtual no solo ha tocado el ámbito educativo y social sino también la economía; cambios que marcarán un antes y después en el comercio.
El comercio electrónico, que en principio generaba desconfianza en la población mundial, hoy es la solución para evadir las largas filas en supermercados, farmacias, bancos, entre otros centros comerciales.
Las restricciones que el mundo ha experimentado a fin de evitar el contagio de la Covid-19 han acelerado la virtualidad en el diario vivir de los seres humanos, lo que resulta beneficioso para comerciantes que han desarrollado su nivel de creatividad a través de las tiendas virtuales, su principal fuente de empleo.
Concepto de tiendas virtuales
El concepto de tiendas virtuales o en línea, que tienen como medio principal para efectuar sus transacciones un sitio web o una aplicación conectada a Internet, es el instrumento primordial del comercio electrónico.
Sin embargo, algunos pequeños comerciantes utilizan las técnicas del comercio electrónico para promocionar y posicionar sus tiendas físicas.
Los vendedores de productos y servicios ponen a disposición de sus clientes una página web (o aplicación informática) en la que se pueden observar imágenes de los productos, leer sus especificaciones y finalmente, adquirirlos generalmente a través de una agencia de envíos.
Pero, algunos jóvenes emprendedores consultados utilizan otro método ajustable al tipo de tienda que poseen.
Repostería en línea
Tal es el caso de Lleliandra Aracena, propietaria de una repostería desde hace un año que promociona a través de la red social Instragam.
Aracena cuenta que desde que el gobierno dispuso medidas de distanciamiento por la pandemia, las visitas que su negocio físico registraba tuvieron una baja significativa, por lo que decidió potencializar su tienda vía virtual y llevar personalmente los pedios a los clientes.
“La pandemia detuvo el crecimiento de mi negocio que apenas iniciaba, pues los clientes preferían no visitar la tienda y no contaba con presupuesto necesario para contratar un delivery, así decidí llevar los pedidos personalmente”, expresa la comerciante de apenas 25 años.
Modalidad de pago
Con relación a la forma de pago de los clientes, Aracena indica que este se realiza al momento de la entrega, ya sea dinero físico o a través de transacciones bancarias para evitar alguna probabilidad de contagio.
Por otro lado, la modalidad de las tiendas virtuales da la posibilidad de que emprendedores como Steven Bautista Peralta, posicionen su negocio a través de las redes sociales, estableciendo estrategias de marketing que atraigan clientes sin la necesidad de limitarse a un espacio físico para exponer su mercancía.
Lo que también permite ahorrar el pago de la renta de algún local.
Bautista Peralta decidió emprender en el mundo de las tiendas en línea desde hace cinco años, luego de ver en esta modalidad una alternativa de empleo en momentos de precariedad.
Su principal meta fue generar en el cliente credibilidad, así como ofrecer un producto distinto y a precio asequible, razón por la que estableció relaciones con vendedores mayoritarios.
También se ha enfocado en aumentar la cantidad de seguidores en sus redes sociales, pues considera es un indicador del nivel de acepción entre los usuarios.
Por lo tanto, su objetivo principal es cada día alcanzar un mayor número de personas, por lo que en fechas comerciales específicas elabora concursos virtuales con ofertas limitadas.
Actividad comercial sin fronteras
El joven emprendedor Bautista Peralta, testifica que el comercio virtual no tiene fronteras, cualquier usuario puede ingresar a su tienda y observar su mercancía, no importa en qué lugar del mundo se encuentre; sin embargo sus principales compradores son los jóvenes puesto que estos manejan mejor el concepto.
“Los resultados en mi tienda de ropas y calzados deportivos, han sido buenos pues he agregado muchas personas a mis redes sobre todo gente de dinero; resido en Villa Juana y he realizado envíos a clientes que viven en campos”, comenta el microempresario de 28 años de edad.
De igual manera, pese a las dificultades para entregar la mercancía a sus clientes producto de las medidas de restricción para evitar la propagación del Covid-19, los microempresarios visualizan la modalidad de las tiendas virtuales como una fuente de empleo que les permite tener un rejuego en el horario laboral, potencializar su creatividad y sustentar a su familia.