En días seguidos, martes y miércoles, hemos seguido dos procesos judiciales cuyos demandantes son cronistas deportivos.
El martes se inició el juicio de fondo del caso de Al Horford su madre Arelis Reynoso y Bienvenido Carmona, quien reclama sus prestaciones laborales tras ser suspendido en sus funciones de representante de prensa del jugador de la NBA en el país.
Tras año y medio de audiencias la causa fue reenviada para el próximo 18 de noviembre, en espera de que sea la última.
En el caso de Félix García Estrella contra el Licey y su presidente Miguel Guerra fue la primera audiencia en un reclamo de plagio de su Enciclopedia Total del Béisbol Dominicano y fue reenviado para el próximo 4 de septiembre.
Se sabe que esa es la forma civilizada de dirimir los conflictos, pero también es cierto que en Justicia hay muchos artificios y estrategias que prolongan los procesos que muchas veces se convierten en una calamidad para los implicados y su entorno.
En el ínterin, hay una tribuna que se frota las manos y se alimenta del morbo que provoca cada visita a los tribunales.
Tratándose de gentes decentes, buenos abogados, pienso que hay tiempo para un “buen arreglo”. ¿O es asunto de orgullo?