EUna escavadora trabaja en una zona de impacto del terremoto, tratando de hallar cadáveres entre los escombros. ap
PUERTO PRÍNCIPE.-Haití parece estar signado por el sello de la tragedia, que se ve matizada por su pobreza ancestral y debilidad política fenómeno que data desde su origen mismo como nación víctima del saqueo de potencias coloniales y una clase política corrupta, ineficiente y autoritaria.
La que se convirtió en la primera nación de negros esclavos que logró su libertad, debió pagar una fortuna a Francia durante siglos para que esa nación y otras potencias le reconocieran su independencia.
La política de “tierra arrasada” implementada durante su gesta independentista solo es un grano en el desierto de tragedia que parece ensañarse contra Haití.
Guerras civiles, huracanes, terremotos, magnicidio, golpes de Estado, inundaciones son solo algunos de los fenómenos que aparecen con fuerza cuando Haití menos se lo espera y retrasa cualquier asomo de estabilidad política, social y económica.
Las últimas semanas son una demostración de cómo las tragedias parecen tener a Haití en la mira.
Poderoso terremoto
En 2010 Haití sufrió los efectos de un poderoso terremoto magnitud siete, que provocó decenas de miles de muertos.
Las estadísticas no oficiales hablan de entre 200 mil y 300 mil y prácticamente destruyó la infraestructura de ese empobrecido país.
La comunidad internacional se volcó en ayuda, pero la corrupción y la debilidad institucional impidió que pudiera resurgir de entre las cenizas.
Políticamente parecía que se encaminaba a vivir un período de estabilidad luego de esa tragedia, pero el 7 de julio pasado se produjo el segundo magnicidio ocurrido en ese país en un siglo.
Un magnicidio
El brutal asesinato del presidente Jovenel Moïse conmocionó a la comunidad internacional, pero al parecer no tanto así a la comunidad política haitiana pues el curso de las investigaciones han develado una especie de “conspiración colectiva” que ha impedido que todavía se tenga una idea cierta de quienes están detrás de ese crimen.
Mientras todavía humeaban las armas con las que asesinaron a Moïse, la semana pasada el territorio haitiano sufrió los efectos de la tormenta tropical Fred.
El terremoto
Prácticamente aún no se secaba el agua del fenómeno atmosférico cuando un terremoto de 7,2 de intensidad volvía a estremecer a Haití y la cuenta en la tarde de ayer iba por las 1,419 personas muertas y en aumento.
Pero ya se enfila hacia su territorio la tormenta Grace con fuertes amenazas de inundaciones.
Los heridos
El temblor de tierra también ha causado al menos 6,900 heridos, según el balance oficial anunciado ayer por Protección Civil, organismo ocupado de organizar la respuesta al terremoto.
La gran mayoría de las víctimas mortales se han registrado en el departamento del Sur (1,133), cuya capital es Les Cayes, mientras que el resto corresponden a los departamentos de Grand Anse (162), Nippes (122) y Noroeste (2).
Ayuda humanitaria
El primer ministro, Ariel Henry, dijo en una rueda de prensa que las ayudas y donaciones recibidas se están canalizando hacia las poblaciones más afectadas.
“Acabamos de tener una reunión de gabinete extraordinaria en una situación excepcional. En este consejo de ministros, revisamos lo sucedido. Hicimos un balance, pero también hicimos un balance de nuestras necesidades.
Habíamos decidido no seguir haciendo lo que se hizo en 2010 cuando se hicieron donaciones al país y se gastaron fondos sin ver su impacto”, dijo Henry, en alusión al terremoto de 2010 que azotó el país.
La tormenta Grace
Al acercarse a territorio dominicano, Grace degeneró en depresión tropical y desde la noche de ayer empezaba a arrojar lluvias sobre Haití con la amenaza de arrojar hasta 15 pulgadas de lluvia en una zona donde la gente se apiña en campos y busca sobrevivientes luego del sismo.
Las primeras ayudas
— Solidaridad
Diversos países de la región ya enviaron ayuda humanitaria a Haití, entre ellos Estados Unidos, Venezuela, Colombia, México y República Dominicana. Otras naciones informaron que enviarán su aporte.