Ronald Acuña Jr. dio un par de pasos fuera de la caja de bateo y estaba listo para estrellar el bate contra el suelo antes de darse cuenta de que finalmente había conectado un jonrón.
Había pasado tiempo para el reinante Jugador Más Valioso de la Liga Nacional.
El venezolano tuvo 65 turnos al bate antes de finalmente borrar el cero de su total de jonrones de este año. El jardinero derecho de los Bravos puso fin a su sequía con un cuadrangular solitario en la quinta entrada en la victoria por 5-4 sobre los Astros en 10 innings el miércoles por la tarde en el Minute Maid Park.
«Sentí que le di bien, pero que le di demasiado por debajo», dijo Acuña. «Sentía que la había elevado demasiado. Pero afortunadamente salió».
Acuña protagonizó el mejor momento de una jornada en la que los Bravos completaron una barrida de tres juegos con otra sólida actuación del bullpen y un sencillo del también venezolano Orlando Arcia con dos outs y ventaja en la décima entrada. Pierce Johnson, el boricua Joe Jiménez, A.J. Minter y el cubano Raisel Iglesias evitaron que los Astros anotaran en los últimos cuatro episodios.
El trabajo del bullpen ayudó a los Bravos a recuperar la ventaja temprana que habían logrado gracias a los jonrones conectados por Acuña y el dominicano Marcell Ozuna, quien lidera las Grandes Ligas en jonrones (ocho) y carreras impulsadas (23).
Tal vez Acuña solo necesitaba acostumbrarse a la sensación de conectar un jonrón. No hubo nada barato del sweeper de J.P. France que mandó sobre el muro del jardín central. La bola salió del bate a 109.5 mph y tuvo una distancia proyectada por Statcast de 422 pies. Hubiera sido un jonrón en todos los parques de Grandes Ligas excepto en el Chase Field de Arizona.
Aun así, mientras Acuña llegaba a la primera base, miró atrás hacia el dugout de los Bravos, sonrió y encogió los hombros, aparentemente incrédulo.
«Cuando conectas un jonrón a esa parte del parque contra ese tipo de lanzamiento, es una buena señal», dijo el abridor de los Bravos, Max Fried.
Atlanta tiene el mejor récord de la Liga Nacional con marca de 12-5. Luego de igualar el récord de jonrones de temporada de Grandes Ligas (307) en el 2023 y convertirse en el primer equipo en la historia de las Ligas Americana y Nacional que produce un slugging de .500, los Bravos parecen tener nuevamente la mejor ofensiva del juego. Han seguido bateando a un alto nivel, a pesar de que Acuña tiene un OPS de .797 con solo cinco extrabases hasta ahora.
Es demasiado pronto para preocuparse por las estadísticas. Pero los números de Acuña fueron más llamativos debido a lo que hizo el año pasado, cuando se convirtió en el primer jugador en conectar más de 40 bambinazos y acumular al menos 70 bases robadas en una temporada.
«Incluso anoche, estaba dándole mal a algunas bolas y logrando hits», dijo el mánager de los Bravos, Brian Snitker. «Es como cuando los muchachos comienzan a hacer eso, están listos para despegar y entrar en una buena racha. Está conectado hits y robando bases. Estoy seguro de que fue bueno para él sacar ese primer jonrón del camino».
La sequía de Acuña sin jonrones de 65 turnos al bate para comenzar la temporada es la quinta más larga por parte de cualquier jugador después de un año de 40 jonrones. Las sequías más largas fueron las de Marcus Semien (173 en el 2022), Rocky Colavito (100 en 1962), el dominicano Alfonso Soriano (74 en el 2007) y Frank Thomas (74 en 1997).
No es que Acuña haya tenido un comienzo encendido la temporada pasada en cuanto al poder se refiere. Terminó el mes de abril con apenas cuatro jonrones. Conectó 11 de sus 41 jonrones en septiembre. En otras palabras, hay mucho tiempo para que disfrute de una de sus insólitas rachas de poder.