Santo Domingo .– Los problemas o trastornos de salud mental se presentan cada vez con más frecuencia dentro de la población y, actualmente, ya hay más conciencia en la búsqueda de ayuda para tratarlos.
Sin embargo, que un paciente o su familia se mantengan firmes en una terapia de conducta requiere de un sacrificio continuo de tiempo y dinero, para no abandonarla.
Así lo expresó Dania Acosta, madre de un niño de cinco años diagnosticado con déficit se atención e hiperactividad en noviembre del año pasado; desde entonces ha tenido que lidiar no sólo con el costo para la atención, sino también con el rechazo de su hijo en el centro educativo.
En noviembre comenzó el tratamiento en un centro público de salud, pero tener que salir a las 5:00 de la mañana para obtener un espacio y terminar, muchas veces, a las 2:00 de la tarde, le estaba provocando un desequilibrio para poder cumplir con sus compromisos laborales, por lo que tuvo que dirigirse al área privada.
En lo que lleva de terapia conductual y ocupacional, aseguró ha gastado alrededor de 40 mil pesos, esto sin contar los gastos que conlleva el cambio en la alimentación.
Y es que no sólo se trata de la terapia, sino de transformar el estilo de vida del paciente en el que debe involucrarse la familia. Es así, como por recomendación del especialista tuvo que inscribirlo en natación para mejorar su condición.
El psicólogo Jairo Mercedes ha indicado que cada terapia puede tener un costo de 2,000 pesos y que algunas familias no tienen para pagarlo, por lo que ve necesario que esta sea incluida en la cobertura de los seguros médicos.
Mientras, dijo se debe capacitar al personal para abordar los casos.