Al mirar cómo nace un nuevo día, lo veo con actitud positiva, teniendo la esperanza de que este será un gran día, y lo será, porque estoy conectada con mi Dios y Él me cubre bajo su sombra.
Declaro que este será un gran día, porque independientemente de lo que tenga frente a mí, cualquiera que fuera mi situación, estar conectado con Dios, sentirme en el hueco de su mano, es el mejor de los escenarios. ¿Ustedes pueden pensar otro mejor lugar?, yo no, y es que definitivamente me gusta ir a la excelencia.
Isaías 40:12 en la biblia nos dice» ¿Quién midió las aguas en el hueco de su mano, quién con su palmo tomó la medida de los cielos, con un tercio de medida calculó el polvo de la tierra, pesó los montes con la báscula, y las colinas con la balanza?¨, Jehová de los ejércitos lo hizo.
Estar en el hueco de la mano de Dios es saberse totalmente protegido de las acciones del maligno, y esto no me refiero solamente a cosas terrenales que a diario pueden acontecer, me refiero también en el orden espiritual, el Señor nos dice ¨Debajo de mis alas estarán seguro¨.
Es poder tener paz en medio de la tormenta, querer sentir como Dios siente y desear ver con sus ojos, es mirar la vida bajo la perspectiva del amor, es pedir tener corazón de misericordia, estar gozosos aún bajo circunstancias adversas, aunque por nuestra naturaleza humana sintamos pánico de que nos llegue el coronavirus, cáncer, que nos atraquen, que seamos objeto de abusos, es pedir ayuda con la confianza de que el Todopoderoso no nos deja solos, créanme, todo eso es posible cuando nos sentimos protegidos y conectados con Dios.
Estar en el hueco de la mano de Dios es vivir un mano a mano con él, preguntarle qué hacer cuando tengas que tomar una decisión, es pedirle perdón cuando su Santo Espíritu, que vive en tu corazón te alerta y te dice que estás deslizándote, saliendo del perímetro del Señor, es darle gracias en todo, es pedir que cada día te envíe el maná dispuesto para ti, traducido en trabajo, salud, buena actitud, inteligencia y sabiduría para conducirte.
Vivir en el hueco de la mano de Dios, es haber tomado la decisión de aceptar a Jesús, el HIjo del Dios como tu salvador, dejando con confianza que el Espíritu Santo permee tu vida para como barro en sus manos, sacar lo mejor de ti, es actuar con responsabilidad y ética, es tener el firme propósito de hacer el bien y llegar aprobados cuando nos toque pasar a la ¨Puerta de al lado¨, porque al final todos tendremos que hacerlo.
Estar en el hueco de la mano de Dios es estar conectado 24/7 con nuestro creador!!