
El morbo, la atracción malsana de la gleba y también gente educada hacia las noticias sobre asuntos inmorales o ilícitos, ha estado exacerbado por la filtración por el Ministerio Público de detalles de su investigación del caso Medusa, que atribuye a Jean Alan Rodríguez haber estrujado casi todas las páginas del Código Penal cuando fue Procurador General de 2016 a 2020.
La más sorprendente revelación ha sido la inclusión, en la lista de imputados de ser parte del tinglado delictivo, de varias personas relacionadas a familias distinguidas por su liderazgo social y empresarial, aunque no dirigen ni son grandes accionistas de esos grupos.
