Temer sobrevive a votación para destituirlo

Temer sobrevive a votación para destituirlo

Temer sobrevive a votación para destituirlo

El expresidente de Brasil, Michel Temer.

BRASILIA. – El presidente Michel Temer sobrevivió a una votación crucial en el Congreso que podría haber redundado en su suspensión por un cargo relacionado con sobornos, luego de reunir el respaldo suficiente el miércoles por la noche para mantenerse a flote y evitar un juicio político.

Temer, de 76 años, necesitaba el apoyo de sólo una tercera parte de los 513 integrantes de la Cámara de Diputados, o sea 171 integrantes. Horas después de que comenzó la votación, había recibido más sufragios que ese número.

En el conteo final, 263 diputados votaron a su favor y 227 en contra. El resto fueron abstenciones y ausencias. Aunque el mandatario obtuvo una clara victoria, probablemente no tendrá mucho tiempo para festejar.

Se prevé que el fiscal general Rodrigo Janot, que interpuso el cargo de soborno contra él, lo acuse de obstrucción de la justicia para fin de mes.

Eso derivaría en una segunda votación, lo que obligaría a sus aliados a decidir una vez más si arriesgarán sus propios futuros políticos al respaldar al impopular líder. Los 513 escaños de la cámara baja estarán en juego en los comicios del año próximo.

La acusación de soborno fue el más reciente en una serie de escándalos que han sacudido al gobierno y han creado profunda incertidumbre y angustia en el país más grande de Latinoamérica.

La votación en la Cámara de Diputados comenzó después de un día de reuniones y cabildeos por parte de ambos bandos.

Los legisladores de oposición intentaron infructuosamente demorar la votación, un reconocimiento de que probablemente no obtendrían suficiente apoyo para suspender a Temer pese al pésimo respaldo del que goza en todo el país. El sondeo nacional más reciente indicó que sólo el 5% de los brasileños aprueba al mandatario.

En las últimas semanas, Temer ha estado repartiendo frenéticamente millones de dólares en asignaciones presupuestarias a los legisladores con el fin de granjearse su respaldo.

Durante todo el día hubo gritos e incluso empellones entre los miembros de la cámara baja. «Temer es un ladrón y necesita ver cuál es su situación con el Ministerio de Justicia», dijo Elvino Bohn Gass, miembro del Partido de los Trabajadores, de oposición.

«Brasil no debería ser gobernado por una banda de rufianes». Para la votación, que fue transmitida en vivo por la influyente televisora Globo, cada miembro fue nombrado en voz alta y se le preguntó cuál era su voto.

Si bien los diputados que sufragaron contra Temer lo dijeron abiertamente, la mayoría de los que lo apoyaron depositaron su voto sin hablar, un indicio de que muchos preferían que no se supiera que apoyan al mandatario.

«Brasil no puede cambiar de presidente tres veces en un año», dijo Sergio Moraes. «Será investigado posteriormente». Temer, quien fue vicepresidente, llegó al poder hace poco más de un año cuando la presidenta Dilma Rousseff fue sometida a juicio político y destituida por gestión ilegal del presupuesto federal.

Desde que asumió el poder, el gobierno de Temer se ha visto golpeado por un escándalo tras otro, aunque ha logrado aprobar medidas impopulares, como leyes laborales menos estrictas y propuestas para reducir las pensiones.

La ambiciosa agenda de reformas económicas, apoyada por la clase empresarial de Brasil, ha ayudado a Temer a mantenerse en el cargo pese a la indignación por las acusaciones de corrupción en su contra.

Horas antes, el abogado del mandatario, Antonio Claudio Mariz de Oliveira, comenzó a hablar del cargo contra Temer en su declaración de apertura. Dijo que la grabación secreta del presidente en marzo era ilegal y que la maleta que confiscaron con dinero que supuestamente pertenecía al mandatario era una maniobra de distracción.

«La maleta con dinero fue devuelta» por la policía al aliado de Temer que la había llevado, dijo Mariz de Oliveira. «¿Por qué se regresó? Porque el presidente es un buen hombre, un hombre inocente».

Durante un agitado año en el puesto, Temer ha logrado mantener la mayoría de su coalición gobernante en la Cámara de Diputados, la cual presidió por muchos años.

Los pocos que hablaron en su favor elogiaron el manejo que el presidente ha hecho de la economía de Brasil, que pasa apuros para salir de su peor recesión en décadas. «Brasil está mejorando», dijo Mauro Pereira, miembro del partido de Temer. «La inflación está disminuyendo y nuestras reservas nacionales aumentando. Ahora tenemos credibilidad a nivel internacional».

Sin embargo, muchos economistas dicen que aunque la inflación ha decrecido, el desempleo está por los cielos, y varios estados y municipios se encuentran en bancarrota y no pueden pagarle a miles de trabajadores públicos.

La sesión es la repercusión más reciente de la colosal pesquisa por corrupción que ha llevado a la cárcel a muchos miembros de la élite del país, como Marcelo Odebrecht, ex director general del gigante de la construcción Odebrecht, y Eduardo Cunha, expresidente de la cámara baja que cumple una sentencia de 15 años.

Una grabación supuestamente hecha en marzo salió a la luz y en ella Temer parece apoyar que se mantuvieran los pagos a cambio del silencio de Cunha, que se cree tiene información perjudicial sobre muchos políticos.

Dentro de las investigaciones se reveló que Temer habría orquestado una trama de sobornos en la que recibiría millones de dólares por ayudar a JBS, una enorme empresa de empaquetado de carne, a resolver un problema de negocios.

Un excolaborador suyo fue detenido cuando llevaba una maleta con 150.000 dólares, de los que buena parte habrían estado supuestamente destinados a Temer.

«Para ser una gran nación, Brasil necesita un presidente que sea honesto, cristiano y patriota», dijo Jair Bolsonaro, que aspira a la presidencia.