Telenovelas

Nacida en Latinoamerica, según investigadores, la telenovela ya tiene su carta de naturalización asiática, por donde se desenvuelve con buen éxito. Así lo hemos oído en estos días con la presentación en el país de “La esposa valiente”, un melodrama de 39 capítulos producidos y realizados en Taiwán y desde el día 22 de junio en el aire por Coral, Canal 39 (8 en el cable).

Pocos saben que la telenovela, como género, es un aporte —acaso el más exitoso— del continente americano al negocio del entretenimiento.

Quienes se ocupan fijan su origen en Cuba con la llegada de la televisión y el traslado de los programas melodramáticos de la radio al nuevo medio, pero sería en Brasil, año 1950, donde vería la luz la primera “novela”, como prefieren denominarlas los aficionados a la pantalla de la TV, con la producción de “Tu vida me pertenece”. Dos años después saldría “El derecho de nacer”, de factura cubana.

La encontramos en Europa (culebrones las denominan en España, por su desenvolvimiento progresivo), en África, en América de polo a polo, en Australia y ahora me entero de que en Asia alcanza un notable éxito la producción taiwanesa de “La esposa valiente”, vista según sus promotores en el país por unos 50 millones de personas en aquel continente.

La telenovela clásica es un melodrama (amor, desamor, triángulo amoroso, barreras sociales de difícil superación). Cuadros, en fin, diseñados como pasatiempo de la mujer hogareña o que llega a casa y entretiene los quehaceres o el descanso con una de estas historias lacrimógenas rostizadas con una semiología del infortunio administrada de capítulo en capítulo. Ya no es así.

La introducción de tramas de acción ha incluido al hombre entre los consumidores de este género de entretenimiento.

Del año 88 recuerdo el impacto de “Doña Bella”, de factura brasileña, y su marca en la imaginación popular. El nombre kilombo de algunos tugurios de la Capital se lo debemos a esta novela; también el apodo, legado por la protagonista a mujeres de barrio.

Esta Doña Bárbara del género audiovisual, transmitida entonces por Teleantillas, todavía resuena. También tuvo un fuerte impacto “Xica da Silva”, y de los últimos 5 años recuerdo, así, así… “Sin tetas no hay paraíso” y “El cartel de los sapos”, piezas de acción, melodrama y moral de clase media al estilo latinoamericano.

¿Cuál será el “gancho” de esta telenovela taiwanesa (La esposa valiente) que le ha dado una audiencia como la descrita por sus promotores? Sus 39 capítulos lo dirán en Coral, pero sospecho que se trata de un drama moral. Hagan sus apuestas.