José Armando Tavarez
La semana pasada, tuve el honor de dictar una conferencia en el contexto de la Cena de Gala que todos los años celebra la parroquia San Antonio de Padua como parte de las fiestas patronales.
En dicha charla, tuve la oportunidad de comentar sobre el tema «Aportes y amenazas de la tecnología en un entorno familiar».
La actividad contó con la presencia de la primera dama de la República Dominicana, Lic. Cándida Montilla de Medina, y el arzobispo de Santo Domingo, Monseñor Francisco Ozoria.
Todos somos parte de una familia, nos interesa darles lo mejor a nuestros hijos y que los demás miembros de nuestro hogar puedan convivir en un ambiente sano, lleno de amor y paz.
Estamos viviendo en un entorno digital. El uso intensivo de herramientas tecnológicas es una realidad. En muchos hogares dominicanos hay computadora, tableta y/o al menos se cuenta con teléfonos móviles inteligentes. Si estos artefactos cuentan con acceso a Internet, se abre una ventana amplia y variada de informaciones y aplicaciones informáticas.
Según las estadísticas oficiales del país, la mayor parte de las horas que los miembros de una familia dominicana invierte en Internet, lo hace para entretenimiento o redes sociales. En el ciberespacio podemos encontrar grandes oportunidades educativas y de información, pero también existen amenazas y peligros que deben afrontarse con seriedad.
Es fundamental, por ejemplo, que los padres dominen las buenas prácticas de uso de la tecnología y ayudar a sus hijos en este sentido. Algunas acciones recomendables son las de establecer horarios de uso a los hijos, supervisar los contenidos que miran o a los que acceden, y tener presencia con control en sus redes sociales.
Un mundo en línea se nos ofrece a todos aquellos que contamos con acceso a Internet.
En dicho ciberespacio la familia tiene grandes oportunidades educativas, sociales y de comunicación. También es fundamental estar en atención frente a los peligros. Aplicando los principios de buen uso de las TIC, podemos hacer del Internet un espacio seguro, sano y de amor.
