En octubre, la última ganadora del Grammy, Taylor Swift, publicó su décimo álbum, Midnights, el sucesor de sus dos aclamados discos nacidos en la pandemia, Folklore y Evermore. Con los temas de su nueva producción musical, logró posicionarse en el listado completo de Top 10 de los charts de Billboard, un evento singular y nunca antes visto por este sistema de medición.
Comenzó su carrera como cantante a los 14 años, y a los 17 ya era una superestrella de la música country. Fue la artista más joven en ser contratada por Sony Music y, a los 16 años, se convirtió también en la persona más joven en llegar al número uno con una canción de su autoría. Desde allí, su carrera comenzó a volcarse al pop, donde sin dudas también se movió como pez en el agua y consiguió la aceptación y la admiración por parte del mundo entero.
Y no es sólo algo relativo, ni un microclima, ya que es considerada una persona de gran influencia mediática, especialmente en Estados Unidos, y por ese motivo, en 2019, la revista especializada Billboard la nombró “mujer de la década”.
Incluso, Swift fue reconocida el pasado 18 de mayo con un doctorado honoris causa en bellas artes por la Universidad de Nueva York. Con la indumentaria violeta de la casa de estudios, desfiló y subió al escenario, para pronunciar un discurso ante miles de personas, donde, entre otras cosas, reconoció que no le gusta recibir consejos de nadie. Es más, también se refirió al hecho de tener cuidado al dar consejos a quienes no lo solicitan, ya que puede producirse un daño, aún inconscientemente.
“Por regla general, trato de no dar consejos no solicitados a nadie a menos que me los pidan”, reveló Swift en esa oportunidad. “Como una persona que comenzó su carrera muy pública a una edad joven, tuvo un precio. Y ese precio fueron años de consejos no solicitados”, contó.
Por ejemplo, comentó con ironía los consejos que debió sufrir cuando era apenas una adolescente y ya tenía una enorme exposición mediática: “Que si no cometía ningún error, todos los niños de Estados Unidos crecerían para ser ángeles perfectos. Sin embargo, si tuviera un desliz, toda la tierra se saldría de su eje y sería completamente mi culpa e iría a la cárcel de estrellas del pop por siempre jamás”, dijo. “Todo se centró en la idea de que los errores equivalen al fracaso y, en última instancia, a la pérdida de cualquier posibilidad de una vida feliz o gratificante”.
Sin ser ya una adolescente hace un par de años un problema legal hizo tambalear su economía, ya que un grupo inversor compró los derechos de todas sus canciones, que estaban en manos de sus productores. “Hace unas semanas mi equipo recibió una carta de una compañía de capital privado llamada Shamrock Holdings informándonos de que habían comprado el 100 % de mi música, videos y carátulas”, confirmó Swift en sus redes sociales.
Taylor es dueña de las letras de sus canciones, sin embargo no del audio de sus grabaciones, por ello la artista encontró una salida, aunque laboriosa: legalmente es libre de volver a grabar las canciones de sus primeros álbumes. De esta manera, las plataformas de “streaming” y los programas de televisión o anuncios que utilicen música de la artista podrán licenciar las versiones regrabadas en lugar de las anteriores. “Espero que comprendan que esta es mi única forma de recuperar el orgullo que una vez tuve al escuchar canciones de mis primeros seis álbumes y también de permitir que mis seguidores escuchen esos álbumes sin sentimientos de culpa por beneficiar a Scooter”, sostuvo.
Pero Taylor es mucho más que música, y también plantó bandera en el cine. En medio del anuncio de “The Eras Tour”, la gira con la mayor demanda de boletos de la historia, y su reconocimiento por el cortometraje All Too Well, debutará oficialmente en el cine como directora de una película bajo el sello de Searchlight Pictures. La cantautora estadounidense escribió un guion original que será producido por el estudio cinematográfico que estuvo detrás de exitosos filmes como Nomadland y La forma del agua.
“Taylor es una artista y narradora de historias única de una generación. Es una alegría y un privilegio genuino colaborar con ella mientras se embarca en este emocionante y nuevo viaje creativo”, sostuvieron los presidentes de Searchlight, David Greenbaum y Matthew Greenfield, en declaraciones oficiales difundidas por la prensa estadounidense.
Por ahora, se desconoce cuál será la trama o quiénes integrarán el elenco de la producción de Swift. Pero el solo anuncio causa expectativa por tratarse de una de las artistas más importantes e influyentes de esta época y, a su vez, por los previos rumores de su posible salto a la pantalla grande luego de dirigir el corto de 14 minutos basado en su propia canción All Too Well (incluida dentro de la regrabación del disco Red).
Protagonizado por Sadie Sink y Dylan O’Brien, la primera obra de ficción de Taylor Swift fue presentada en el Festival de cine de Toronto en septiembre de 2021. Más tarde, recibió múltiples reconocimientos, siendo el más reciente el premio a Mejor dirección en los MTV VMAs. Un logro que ya había obtenido antes con el videoclip de “The Man”, también dirigido por ella misma.
Fuente: INFOBAE