Santo Domingo.-El uso indiscriminado de las aceras por parte de particulares obliga cada vez más a los peatones a tomar las calles y poner en riesgo su integridad a la hora de transitar, evadiendo los obstáculos encontrados tanto en el espacio peatonal como en las vías públicas.
Basta recorrer a pie algunas esquinas de zonas muy transitadas para confirmar el desorden generado por vendedores informales y por establecimientos comerciales.
Los primeros se colocan en cualquier lugar y han establecido frituras, tiendas ambulantes de “pacas”, comidas al granel que cuecen en el mismo lugar, frutas, pescaderías, talleres de tapicería, refrigeración, mecánica y otros negocios.
“Dealers” y taxis
A ese fenómeno se suma la ocupación de las aceras por parte de “dealers” de vehículos y taxistas que estacionan sus unidades en las acera, los últimos hasta ser llamados para movilizar a los usuarios, desplazando a la gente de los espacios para caminar.
Igual sucede con muchas importadoras de ropas y negocios de electrodomésticos y otros artefactos que exhiben sus mercancías en aceras y calles.
La situación se empeora al sumársele a esto el deterioro de las aceras, la cantidad de filtrantes tapados, la basura que pulula sin control y las aguas residuales, que generan focos de contaminación.
Todos esos elementos hacen que el peatón viva la más amarga experiencia a la hora de desplazarse por determinados lugares. “Andar por nuestras aceras es algo que hace que el peatón se sienta hasta denigrado como persona y huérfano de autoridad”, comentó Humbertina Pichardo, al tiempo de recordar la inseguridad que se agrega.
Urbanista da su versión
El director del Instituto de Urbanismo de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, Teófilo Almonte, quie habló en condición de urbanista, dijo que el fenómeno se da por la permisibidad de las autoridades y porque los vendedores creen tener derecho a las mismas.
Dijo que habría que analizar las leyes 241 de Tránsito y 176-07 de los Ayuntamientos. Propone un foro para buscar soluciones, ya que eso crea problemas sanitarios y da mala imagen de cara turismo.
